La principal autoridad de Wall Street prometió aplicar “la dosis mínima de regulación” y acelerar la propuesta del presidente Donald Trump de eliminar los reportes corporativos trimestrales, en lo que representa un abrupto giro hacia la desregulación financiera por parte de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, sigla en inglés).
El presidente de la SEC, Paul Atkins, designado por Trump en la primavera (boreal), señaló en un artículo de opinión en Financial Times que evaluará reemplazar la obligación actual de informar resultados cada tres meses por reportes semestrales.
“El gobierno debería proporcionar la dosis mínima efectiva de regulación necesaria para proteger a los inversores y permitir que las empresas prosperen”, escribió Atkins.
El presidente de la SEC, quien también criticó las “reglas ideológicas” sobre el clima en Europa, está desmantelando la ambiciosa agenda regulatoria impulsada por su predecesor, Gary Gensler, mientras la administración Trump adopta un enfoque más favorable a las empresas y busca ejercer mayor control sobre las agencias federales independientes.
Uno de los cambios más notorios impulsados por Atkins es la apertura de la SEC al sector de las criptomonedas, en contraste con el enfoque agresivo de Gensler. La relajación de las normas para las empresas listadas confirma un giro hacia un enfoque regulatorio más liviano.
Reportes "ideológicos"
En su columna, Atkins advirtió contra la “divulgación impulsada por modas políticas u objetivos distorsionados”, apuntando directamente a la nueva Directiva de Información sobre Sostenibilidad Corporativa y a la Directiva de Diligencia Debida de la UE.
Estas normas exigen “la divulgación de asuntos que pueden ser socialmente significativos, pero que generalmente no son financieramente relevantes”, escribió. “Estos mandatos corren el riesgo de imponer costos que recaen sobre los inversores y clientes estadounidenses, sin mejorar sustancialmente la información que guía las decisiones de capital”.
“Si Europa quiere promover sus mercados de capital atrayendo más inversiones y cotizaciones, debería centrarse en reducir las cargas de informes innecesarios”, añadió. “Por nuestra parte, me comprometo a garantizar que en Estados Unidos la SEC priorice el bienestar de los inversores por encima de los deseos de los ideólogos”.
La Comisión Europea no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Este año, la SEC votó a favor de abandonar su defensa de una norma que habría requerido por primera vez divulgar riesgos climáticos, un pilar central de la agenda de Gensler que fue impugnado en tribunales federales.
“Las normas escritas para accionistas que buscan provocar cambios sociales o tienen motivos ajenos a maximizar el rendimiento financiero… perjudican a los inversores”, escribió Atkins.
Según él, en los últimos años la SEC “se ha desviado del precedente y la previsibilidad que sustentan la confianza en los mercados de capitales” y del mandato claro establecido por el Congreso hace más de 90 años.
Fin del reporte trimestral
Atkins sigue el llamado de Trump para que la SEC elimine normas vigentes desde hace décadas que exigen a la mayoría de las empresas estadounidenses listadas en bolsa divulgar sus estados financieros cada tres meses.
“Es hora de que la SEC retire el pulgar de la balanza y permita que el mercado dicte la frecuencia óptima de los informes, en función de factores como la industria, el tamaño de la empresa y las expectativas de los inversores”, escribió.
Grupos de defensa de los inversores han advertido contra la medida, argumentando que reduciría la transparencia, perjudicaría a los pequeños inversores y socavará la eficiencia que sustenta los mercados de capitales estadounidenses.
Sin embargo, Atkins sostuvo que abandonar los reportes trimestrales “no es una idea nueva” y que esa flexibilidad ya existe para algunas empresas. Apuntó a Reino Unido, donde varias grandes compañías siguieron informando trimestralmente incluso después del regreso al sistema semestral, en 2014.
“Dar a las empresas la opción de informar semestralmente no es un retroceso en la transparencia”, concluyó Atkins.