La adopción masiva de ChatGPT aún no ha tenido un gran impacto disruptivo en los empleos de Estados Unidos, lo que contradice las afirmaciones de directores ejecutivos y líderes tecnológicos de que la inteligencia artificial ya está transformando los mercados laborales.
Una investigación de economistas del Yale University Budget Lab y del think tank Brookings Institution indica que, desde que OpenAI lanzó su popular chatbot en noviembre de 2022, la IA generativa no ha tenido un efecto más dramático en el empleo que innovaciones tecnológicas anteriores.
El estudio, basado en un análisis de datos oficiales del mercado laboral y cifras de la industria tecnológica sobre uso y exposición a la IA, también encuentra poca evidencia de que estas herramientas estén dejando a personas sin trabajo.
La investigación surge en medio de la amplia preocupación de que la IA generativa provoque pérdidas de empleos —e incluso la desaparición de ciertos tipos de trabajo— en un mercado laboral estadounidense que recientemente se ha debilitado.
“Pese a lo rápido que ha progresado la tecnología de IA, el mercado laboral en los últimos tres años ha sido más bien una historia de continuidad que de cambio”, dijo Molly Kinder, investigadora principal de Brookings y coautora del estudio. “No estamos en un apocalipsis de empleos a nivel de toda la economía en este momento; en general está estable. Ese debería ser un mensaje tranquilizador para un público ansioso”.
Por su parte, Martha Gimbel, coautora y directora del Yale Budget Lab, señaló: “El mercado laboral no se siente bien, así que parece lógico pensar que la IA está quitando empleos. Pero lo hemos analizado de muchas, muchas maneras distintas, y realmente no podemos encontrar ninguna señal de que eso esté ocurriendo”.
Si bien el análisis sugiere que ChatGPT —una de las formas de IA generativa basada en texto más utilizadas— está cambiando rápidamente la mezcla de ocupaciones disponibles para los trabajadores tecnológicos, no está modificando la composición de empleos en toda la economía estadounidense a un ritmo mucho mayor que el que provocaron la llegada de las computadoras y de internet.
“La IA, hasta ahora, no ha desafiado la gravedad”, dijo Kinder. “Estamos en una etapa muy temprana en la que las empresas están intentando descubrir cómo rediseñarse con esta tecnología”.
La investigación, coescrita junto a Joshua Kendall y Maddie Lee del Yale Budget Lab, también encuentra evidencia limitada de que los graduados en la economía más grande del mundo hayan tenido dificultades para encontrar empleo debido al auge de la IA generativa.
La tasa de desempleo de quienes tienen un título universitario y tienen entre 20 y 24 años subió al 9,3% en agosto, más del doble del 4,4% registrado en abril. Sin embargo, existe poca diferencia entre los puestos ocupados por este grupo etario y los disponibles para los graduados de más edad, de entre 25 y 29 años.
La falta de cambios en la mezcla ocupacional sugiere que las dificultades para encontrar trabajo de quienes recién egresan de la universidad tienen poco que ver con el cambio tecnológico.
Los hallazgos entran en conflicto con las afirmaciones de directores ejecutivos y líderes tecnológicos de que la IA generativa está transformando rápidamente el mercado laboral.
Un nuevo informe del British Standards Institution, que encuestó a más de 850 líderes empresariales en ocho países y analizó reportes anuales de compañías, reveló que el 39% de los consultados dijo que la IA los había llevado a recortar puestos de nivel inicial. Otro 43% señaló que esperaba nuevas reducciones en el plazo de un año.
En mayo, Dario Amodei, CEO de la startup de IA Anthropic, advirtió sobre la eliminación masiva de empleos en sectores como derecho, consultoría y finanzas, y afirmó que la tecnología tenía el potencial de hacer desaparecer la mitad de los trabajos de nivel inicial. En una entrevista con Axios, dijo que el desempleo aumentaría al 10%-20% en los próximos cinco años, frente al nivel actual del 4,3%.
Por su parte, el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, ha señalado que la IA eliminaría algunas categorías de empleos, como el de servicio al cliente.
Muchos economistas, sin embargo, creen que las afirmaciones de los CEO y de la industria tecnológica están —al menos a nivel de toda la economía— sobredimensionadas.
“Existe mucha presión sobre los gerentes para que hagan algo con la IA… y el hype está contribuyendo a ello”, dijo Daron Acemoglu, economista ganador del Nobel y profesor de economía en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). “Pero todavía no muchas personas están haciendo algo realmente creativo con ella”.
Acemoglu agregó que las compañías de IA tienen incentivos para generar atención sobre sus tecnologías con el fin de alentar a las empresas a construir la capacidad de cómputo que necesitan para crear modelos de IA más grandes.
Un estudio reciente de Goldman Sachs Research estimó que la adopción de la IA podría desplazar entre un 6% y 7% de la fuerza laboral estadounidense, aunque señaló que el impacto probablemente será “transitorio”.
El Yale Budget Lab planea actualizar sus datos todos los meses.
“Es una pregunta abierta [si la IA cambiará o no el mercado laboral] y deberíamos estar monitoreando esto”, dijo Gimbel. “Pero no pongamos el carro delante de los caballos”.