Nueva york / Washington / londres
En su primer discurso ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde 2020, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó duramente a los aliados de su país por sus políticas migratorias, energéticas y frente a la guerra en Ucrania, y advirtió que “sus países se van al infierno”.
Durante casi una hora, Trump se presentó como un pacificador global y arquitecto del resurgimiento estadounidense. “Somos el país más exitoso del mundo en este momento”, aseguró.
El mandatario utilizó gran parte de su intervención para distanciarse del enfoque de otros líderes mundiales, al calificar el cambio climático como “el mayor fraude jamás perpetrado”. Agregó que las “ideas energéticas suicidas” y las políticas migratorias estarían llevando “a la muerte de Europa occidental”.
También acusó al Viejo Continente de no hacer lo suficiente para detener la guerra en Ucrania, calificando como “muy vergonzosa” la continuación de las compras de petróleo y gas ruso por parte de algunos países europeos.
A pesar de las tensiones, Trump proclamó que EEUU es “el mejor país del mundo para hacer negocios”, aunque los aranceles siguen en sus niveles más altos desde la Segunda Guerra Mundial. “Las tasas hipotecarias han bajado y la inflación ha sido derrotada”, sostuvo.
Trump llamó al cambio climático “el mayor fraude jamás perpetrado”, agregando que las “ideas energéticas suicidas” y las políticas migratorias estarían llevando “a la muerte de Europa occidental”.
De las críticas a los elogios
Trump también se adjudicó haber puesto fin a “siete guerras interminables”, incluyendo algunos conflictos que aún persisten, como en la República Democrática del Congo.
Afirmó que ni la ONU ni sus miembros “siquiera intentaron ayudar” en sus esfuerzos de paz en Medio Oriente, África y Asia.
En su arremetida contra la migración, advirtió que si Europa no adopta una postura tan estricta como la aplicada en la frontera entre EEUU y México, “sus países se van al infierno”.
En un extenso paréntesis en su discurso, Trump -quien frecuentemente se alejó de sus apuntes y señaló desde el inicio que el teleprompter no funcionaba- criticó a la ONU por haber rechazado su propuesta, a comienzos de los 2000, para reconstruir su sede de 39 pisos en Manhattan. Según él, debido a que se eligió a otro desarrollador, el organismo ahora enfrenta “sobrecostos masivos” y materiales de baja calidad, en vez de pisos de mármol y muros de caoba que él habría ofrecido.
En algunos pasajes, Trump reconoció que el contenido de su discurso no sería bien recibido. “Sé que me van a criticar muy duramente”, dijo. Y agregó: “No me importa”.
Poco después de su intervención, el Presidente se reunió con el secretario general de la ONU, António Guterres, y declaró ante la prensa que, pese a sus desacuerdos “ocasionales” con el organismo, “nuestro país respalda a las Naciones Unidas al 100%”.
“El potencial de la ONU es increíble”, afirmó. “Solo quiero darles las gracias por tratarnos con tanta amabilidad”.