El secretario del Tesoro, Tim Geithner, se reunió hoy con el viceprimer ministro chino, Wang Qishan, para tratar asuntos como la estabilidad financiera global y la cotización del yuan, al margen de la cumbre del G20.
Según indicó la subsecretaria del Tesoro para Asuntos Internacionales, Lael Brainard, a la prensa que acompaña al presidente Barack Obama, China se ha mostrado abierta a tratar su política de cambio para estimular la demanda interna.
Según Brainard, los líderes reunidos en Cannes (Francia) para la cumbre del G20 abordaron la cuestión de la moneda china en sus sesiones de trabajo de hoy y China se mostró dispuesta a incluir lenguaje en el comunicado final que reconozca "el papel de una mayor flexibilidad de las divisas".
"China reconoce el papel de una mayor flexibilidad de las monedas para ayudar a estimular la demanda interna", declaró Brainard.
Según la alta funcionaria, "es una de las herramientas más poderosas con las que cuenta China a corto plazo para contrarrestar las presiones inflacionistas, que es una prioridad muy alta para ese Gobierno, y para estimular el crecimiento motivado por la demanda interna".
El asunto, aseguró la subsecretaria, "ha formado mucha parte de las conversaciones que hemos tenido".
EEUU considera que China mantiene la cotización del yuan artificialmente baja, lo que beneficia las exportaciones del país asiático en detrimento de las estadounidenses. Legisladores en el Congreso amenazan con imponer sanciones contra la República Popular si no cambia su política de divisas.
Por contra, Pekín apunta que desde el año pasado, cuando anunció una mayor flexibilización del yuan, su moneda se ha apreciado de manera considerable.
Según Brainard, "una de las mayores contribuciones que China puede hacer" para estimular el crecimiento global y ayudar a Europa a salir de su crisis es "cambiar su vía de crecimiento a una de mayor demanda interna".
Geithner y Wang, explicó Brainard, abordaron este extremo al analizar vías para luchar contra la crisis de la deuda en la eurozona, que amenaza el crecimiento global y ha sido la gran protagonista de la cumbre.
La Unión Europea busca la participación de China en un vehículo de inversión especial, parte del nuevo fondo de rescate que debe actuar como un cortafuegos ante el contagio de la crisis en Grecia a otros países.
Pekín hasta el momento no ha dejado clara su posición al respecto, mientras que EEUU ha apuntado que no vería con buenos ojos una gran inversión china