Internacional
JBS, el gigante productor de carne, busca fortalecer su imperio desde Brasil y EE.UU.
Desde 2005, la empresa ha logrado su expansión en base a adquisiciones en todo el mundo, en especial en Estados Unidos donde adquirió grandes compañías como Swift y Pilgrim’s.
Por: | Publicado: Lunes 14 de febrero de 2011 a las 05:00 hrs.
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Gabriel Fuenzalida
Perder la batalla por la compra de un rival tiene consecuencias en JBS, la mayor procesadora de carne en el mundo. La firma brasileña no logró adquirir a la estadounidense Sara Lee, parte de su estrategia de expansión, así que Joesley Batista tuvo que dejar la gerencia general del grupo a su hermano menor, Wesley.
Joesley, que conservó la presidencia del directorio, y Wesley son hijos del fundador Jose Batista Sobrinho (sin relación con el millonario brasileño Eike Batista), quien partió en 1953 con un matadero con una capacidad de cinco cabezas diarias. Hoy, controlan una multinacional con operaciones en los cinco continentes. JBS tiene plataformas de producción en Brasil, Argentina, Australia y EE.UU. y actividades menores en Italia, Rusia, y China, por sólo nombrar algunos países. El área de negocios de JBS incluye los sectores de carne bovina, porcina, ovina y aves. La firma controla más del 10% del procesamiento global de carnes tras realizar más de 30 adquisiciones en los últimos 15 años. También participa en la comercialización de lácteos, cueros, productos para mascotas, higiene y limpieza, biodiesel y transportes, entre otros.
Buenos resultados
“JBS tiene una gran cantidad de plantas en todo el mundo y dependen mucho de las exportaciones” dijo a DF el analista de rentas variables de la corredora SWL de Sao Paulo, Caue Pinheiro.
Precisamente el 75% de los ingresos de JBS se producen gracias a las exportaciones cuenta Pedro Herrera, analista de HBSC que sigue a la empresa hace cuatro años, desde Nueva York. En 2009 la empresa ganó US$ 78 millones, afectada por la crisis. Los resultados más recientes, que corresponden al tercer trimestre de 2010, arrojaron beneficios para la empresa por US$ 76,33 millones, 22,8% menos que en la misma fecha del año anterior, cuando registró utilidades por US$ 98,88 millones.
En el segundo trimestre de 2010, las utilidades alcanzaron a apenas US$ 2 millones, debido a que tuvieron que depositar US$ 300 millones al Banco de Desarrollo de Brasil (Bndes) por una millonaria deuda y a la volatilidad del real, según Herrera. Para este año, estima que JBS obtendrá una ganancia de US$ 434,5 millones netos. Pinheiro de SWL, cree que los resultados para 2011 serán más débiles, “porque la recuperación de la economía mundial ha sido lenta”, aseguró.
Expansión por compras
Aunque la estrategia de expansión de la empresa comenzó en 2005 con la compra de Swift Argentina, 2007 es el año de consolidación en el sector de carne bovina, con la adquisición de Swift & Company en Estados Unidos y Australia. Con esto, JBS ingresó al mercado de la carne porcina, transformándose en el tercer productor de ese tipo de carne en EE.UU. Además, aumentó su portafolio al incluir los derechos de Swift en todo el mundo y la filial pasó a llamarse JBS USA. Ese mismo año adquiere el 50% de Inalca (Italia), una de las principales productoras de carne bovina de Europa. En 2009, a través de Swift Australia, compró Tatiara Company (TMC), una procesadora de carne ovina de alta calidad con sede en Bordertown al sur de Australia. También en 2009, compró la estadounidense Pilgrim’s Pride, convirtiéndose en el principal procesador de pollos en Estados Unidos.
La estrategia de compras le ha permitido multiplicar por 14 los ingresos desde que Joesley tomó el mando a comienzos de 2007.
En enero, cuando la compañía brasileña quiso comprar Sara Lee, que según Herrera “es de casi el mismo tamaño”, su oferta de US$ 18 por acción fue considerada “demasiado baja” por los estadounidenses, que optaron por dividirse en dos: negocio de carnes y otro de bebidas, como té y café. Era más o menos la idea de JBS, que planeaba vender el negocio de café al grupo de capital privado Blackstone y conservar las carnes.
Sólo el negocio de carnes (de Sara Lee) podría incrementar aproximadamente US$ 5.000 millones las ventas de JBS según las estimaciones que hace Herrera. Pese a que la adquisición no se pudo completar “siempre estamos viendo oportunidades de expansión”, dijo a Bloomberg el nuevo CEO de la compañía, Wesley Batista. Su visión es coherente: “el crecimiento involucra riesgo, y vivo mejor con crecimiento que con estancamiento”.
Sobre la posibilidad de invertir en Chile, “por ahora no tenemos intenciones de invertir ahí”, indica el coordinador del departamento de relaciones con inversionistas de JBS, Eduardo Galvao. “Me sorprendería mucho si operaran o adquirieran alguna planta en Chile, no lo veo necesario”, añadió.
Perder la batalla por la compra de un rival tiene consecuencias en JBS, la mayor procesadora de carne en el mundo. La firma brasileña no logró adquirir a la estadounidense Sara Lee, parte de su estrategia de expansión, así que Joesley Batista tuvo que dejar la gerencia general del grupo a su hermano menor, Wesley.
Joesley, que conservó la presidencia del directorio, y Wesley son hijos del fundador Jose Batista Sobrinho (sin relación con el millonario brasileño Eike Batista), quien partió en 1953 con un matadero con una capacidad de cinco cabezas diarias. Hoy, controlan una multinacional con operaciones en los cinco continentes. JBS tiene plataformas de producción en Brasil, Argentina, Australia y EE.UU. y actividades menores en Italia, Rusia, y China, por sólo nombrar algunos países. El área de negocios de JBS incluye los sectores de carne bovina, porcina, ovina y aves. La firma controla más del 10% del procesamiento global de carnes tras realizar más de 30 adquisiciones en los últimos 15 años. También participa en la comercialización de lácteos, cueros, productos para mascotas, higiene y limpieza, biodiesel y transportes, entre otros.
Buenos resultados
“JBS tiene una gran cantidad de plantas en todo el mundo y dependen mucho de las exportaciones” dijo a DF el analista de rentas variables de la corredora SWL de Sao Paulo, Caue Pinheiro.
Precisamente el 75% de los ingresos de JBS se producen gracias a las exportaciones cuenta Pedro Herrera, analista de HBSC que sigue a la empresa hace cuatro años, desde Nueva York. En 2009 la empresa ganó US$ 78 millones, afectada por la crisis. Los resultados más recientes, que corresponden al tercer trimestre de 2010, arrojaron beneficios para la empresa por US$ 76,33 millones, 22,8% menos que en la misma fecha del año anterior, cuando registró utilidades por US$ 98,88 millones.
En el segundo trimestre de 2010, las utilidades alcanzaron a apenas US$ 2 millones, debido a que tuvieron que depositar US$ 300 millones al Banco de Desarrollo de Brasil (Bndes) por una millonaria deuda y a la volatilidad del real, según Herrera. Para este año, estima que JBS obtendrá una ganancia de US$ 434,5 millones netos. Pinheiro de SWL, cree que los resultados para 2011 serán más débiles, “porque la recuperación de la economía mundial ha sido lenta”, aseguró.
Expansión por compras
Aunque la estrategia de expansión de la empresa comenzó en 2005 con la compra de Swift Argentina, 2007 es el año de consolidación en el sector de carne bovina, con la adquisición de Swift & Company en Estados Unidos y Australia. Con esto, JBS ingresó al mercado de la carne porcina, transformándose en el tercer productor de ese tipo de carne en EE.UU. Además, aumentó su portafolio al incluir los derechos de Swift en todo el mundo y la filial pasó a llamarse JBS USA. Ese mismo año adquiere el 50% de Inalca (Italia), una de las principales productoras de carne bovina de Europa. En 2009, a través de Swift Australia, compró Tatiara Company (TMC), una procesadora de carne ovina de alta calidad con sede en Bordertown al sur de Australia. También en 2009, compró la estadounidense Pilgrim’s Pride, convirtiéndose en el principal procesador de pollos en Estados Unidos.
La estrategia de compras le ha permitido multiplicar por 14 los ingresos desde que Joesley tomó el mando a comienzos de 2007.
En enero, cuando la compañía brasileña quiso comprar Sara Lee, que según Herrera “es de casi el mismo tamaño”, su oferta de US$ 18 por acción fue considerada “demasiado baja” por los estadounidenses, que optaron por dividirse en dos: negocio de carnes y otro de bebidas, como té y café. Era más o menos la idea de JBS, que planeaba vender el negocio de café al grupo de capital privado Blackstone y conservar las carnes.
Sólo el negocio de carnes (de Sara Lee) podría incrementar aproximadamente US$ 5.000 millones las ventas de JBS según las estimaciones que hace Herrera. Pese a que la adquisición no se pudo completar “siempre estamos viendo oportunidades de expansión”, dijo a Bloomberg el nuevo CEO de la compañía, Wesley Batista. Su visión es coherente: “el crecimiento involucra riesgo, y vivo mejor con crecimiento que con estancamiento”.
Sobre la posibilidad de invertir en Chile, “por ahora no tenemos intenciones de invertir ahí”, indica el coordinador del departamento de relaciones con inversionistas de JBS, Eduardo Galvao. “Me sorprendería mucho si operaran o adquirieran alguna planta en Chile, no lo veo necesario”, añadió.