Los gobernantes de la Unión Europea confirmaron hoy su intención de
mantener los estímulos al crecimiento económico mientras no se "afiance
totalmente" la recuperación en los Veintisiete.
El mensaje de los líderes retoma las directrices marcadas hace diez días por
sus ministros de Finanzas, pero parece poner el énfasis en la necesidad de
crecer antes de acometer la reducción de los gigantescos déficit que está
provocando la crisis.
De hecho, en el apartado económico de las conclusiones de la cumbre clausurada
hoy en Bruselas no aparece explícitamente mencionada la fecha de 2011 como
límite para el comienzo de la consolidación fiscal según había decidido el
Consejo Ecofin (Economía y Finanzas).
No obstante, el presidente de turno del Consejo Europeo, Fredrik Reinfeldt, insistió, al igual que el presidente de la
CE, José Manuel Durão Barroso, en la necesidad de que los
gobiernos europeos empiecen a "preparar una estrategia coordinada"
para el regreso a la disciplina fiscal.
Veinte de los veintisiete estados de la Unión han entrado ya en 2009 en situación de
déficit público excesivo, lo que significa un desequilibrio en sus cuentas
superior al 3% del PIB, en algunos casos del doble o triple.