El índice de precios de consumo (IPC) en Estados Unidos descendió un 0,1 % en octubre pasado, lo que situó la tasa de inflación en el 3,5 %, informó hoy el Departamento de Trabajo.
Si se excluyen energía y alimentos, que son los productos más volátiles, los precios subieron un 0,1 % en octubre, la subida más baja en lo que va de 2011.
La inflación subyacente, que excluye estos productos más volátiles, quedó en el 2,1 %, frente al 2 % de septiembre.
La baja en el IPC se produjo debido a una notable caída del precio de la gasolina, que cayó un 3,1 %, y una mínima subida de los alimentos del 0,1 %, la más baja del año.
Por sectores, registraron una aceleración los precios de la vivienda, servicios médicos y vestimenta; mientras que los de vehículos, transporte y ocio se redujeron.
El pasado septiembre los precios en EE.UU. habían registrado un aumento del 0,3 % y habían situado la inflación en el 3,9 %.
Con este dato se rebajan las presiones inflacionarias sobre el país, y ofrecen algo más de margen a la Reserva Federal para estudiar posibles estímulos económicos adicionales.
La Fed contempla de manera no oficial un tope de inflación del 2 %. No obstante, según sus últimas previsiones espera que en 2011 el índice de precios cierre en el 2,8 % y se rebaje al 1,7 % para final de 2012.
En otro dato divulgado hoy por el Gobierno de Estados Unidos, las remuneraciones semanales de los trabajadores subieron un 0,3 % en octubre, el mayor salto desde 2010.