El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, insistió
hoy en que "el mundo se curvará ante los biocombustibles", pues
acabará por comprobar que "contaminan menos", "generan
empleo" y "ayudarán a la gente a vivir mejor".
Lula reiteró su encendida defensa de la bioenergía en su
programa de radio semanal, en el que presentó un balance de la Conferencia Internacional
de Biocombustibles celebrada la semana pasada en Sao Paulo, con delegaciones de
un centenar de países.
"La conferencia fue un éxito total,
extraordinario", y lo más importante "es que hay casi una unanimidad
en que precisamos apostar definitivamente por una nueva matriz energética"
para reducir las emisiones de gases contaminantes, señaló.
Lula sostuvo que Brasil le ha presentado al mundo
alternativas viables, como el etanol de caña de azúcar y los automóviles que
funcionan indistintamente con gasolina o alcohol, que en diciembre próximo
serán ya siete millones.
"Es tecnología probada y comprobada", apuntó el
jefe de Estado, quien dijo creer que "es solo cuestión de tiempo"
para que el mundo acepte que el camino hacia una reducción de las emisiones
pasa por la bioenergía.
El gobernante reiteró que, a diferencia del que Estados
Unidos produce con maíz, el etanol de caña de azúcar no tiene influencia alguna
en los precios de los alimentos y Brasil "comprobó en esa conferencia que
eso no es verdad", afirmó.