Miembros de la OMC critican negociaciones de Ronda de Doha
Sólo una treintena de los 153 miembros negocia, a puerta cerrada, para tratar de superar desacuerdos.
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Varios países miembros de la Organización
Mundial del Comercio (OMC) dijeron hoy sentirse frustrados por la
manera en que se desarrollan las negociaciones para salvar la Ronda
de Doha, pues consideran que éstas carecen de transparencia y de
voluntad de incluir a todas las naciones.
Ministros de una treintena de países están reunidos desde el
lunes en la sede de la OMC, en Ginebra, para intentar cerrar sus
desacuerdos en las tratativas sobre la liberalización de la
agricultura y de los mercados industriales, y salvar así la llamada
Ronda de Desarrollo de Doha.
En la reunión del Comité de Negociaciones Comerciales, en la que
el director general de la Organización, Pascal Lamy, informa cada
mañana de manera general a la totalidad de miembros (153) sobre la
marcha de las negociaciones, varios países expresaron su
insatisfacción por no haber sido invitados a participar en este
proceso.
Este malestar fue manifestado tanto por países desarrollados,
empezando por Suiza que fue el primero en sacar este tema en la
sala, como por naciones en desarrollo de distintas regiones, como
Indonesia, Argentina, Kenia, Turquía e Islas Mauricio.
Esta semana de negociaciones había empezado entre un grupo de 30
países representativos de todas las regiones geográficas e intereses
comerciales que se juegan en la OMC.
Pero ante la falta de avances bajo ese formato, Lamy decidió
restringir las conversaciones a siete países (Australia, Brasil,
China, Estados Unidos, India, Japón y la Unión Europea).
Este último grupo es considerado clave para materializar la
posibilidad de un acuerdo, pero deja de lado a regiones enteras como
África, a la gran mayoría de América Latina y a países con un
modesto desarrollo industrial y que por ello desearían mantener una
cierta protección en esa área, como Argentina.
La intervención de la ministra de Economía de Suiza, Doris
Leuthard, reflejó bien el malestar en gran parte de la sala.
Dirigiéndose a Lamy, señaló: "usted convocó a los ministros a
negociaciones en Ginebra. Nos pidió dedicar tiempo y energía a este
proceso. Yo y muchos colegas acudieron a su llamamiento, pero usted
cambió el proceso y decidió trabajar en un grupo muy pequeño, con lo
que ha puesto a muchos ministros en la sala de espera".
Consideró "inaceptable" que se negocien temas de interés
fundamental para ciertos países sin que éstos estén presentes en la
sala.
Otros países se hicieron eco de las declaraciones de la ministra
suiza, aunque algunos reconocieron que un entendimiento en ese
restringido grupo es una condición necesaria para alcanzar un
acuerdo entre los 153 países de la OMC.
Lamy reaccionó asegurando que entendía esta inquietud y garantizó
que ninguna decisión se va a tomar fuera del foro que reúne a la
totalidad de miembros de la Organización.