Obama: "El plan de empleo protegerá a EEUU si la crisis europea empeora"
El mandatario reconoció que no tiene ninguna duda de que la economía de su país es ahora mucho más débil que a comienzos del año.
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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió su plan de empleo para estimular el mercado laboral, el cual debe ser aprobado por el Congreso. El mandatario asegura que las medidas protegerán al país americano de mayores daños económicos "si la situación en Europa se hace aún peor".
"La economía de EEUU necesita un fuerte empujo ahora mismo, ya que los problemas en Europa podrían tener un efecto real en nuestra economía", aseguró Obama en una rueda de prensa en la que presionó al Congreso para que apruebe su ley de empleo.
El presidente reconoció que no tiene ninguna duda de que la economía de su país es ahora mucho más débil que a comienzos del año y que los efectos del terremoto de Japón y la crisis de deuda en Europa debilitaron la economía.
Obama cree que es importante estimular la confianza del consumidor estadounidense y además recortar impuestos a las pequeñas y medianas empresas de EEUU como recetas para evitar que otra recesión.
La tasa de desempleo en EEUU se mantiene en niveles muy elevados, 9,1% en agosto. Mañana el Departamento de Trabajo publicará el informe de empleo de septiembre y las previsiones de los analistas no son buenas.
Entre otras cosas, el plan de empleo de Obama, valorado en cerca de US$ 447.000 millones, prevé inversiones en infraestructura y formación y una serie de incentivos fiscales para estimular las contrataciones. Los fondos para financiar este ambicioso plan estarían centrados en la supresión de las desgravaciones fiscales heredadas desde la 'era Bush' a las rentas más altas y mayores recortes en el presupuesto del Estado. Además, los demócratas en el Senado también quieren un impuesto a las grandes fortunas del 5%, conocido como la 'tasa Buffett'.
Indignados
Obama también valoró en su intervención el movimiento 'Ocupa Wall Street', del que dijo se trata de un modo de "expresar la frustración" de los ciudadanos tras la crisis financiera de 2008, al ver cómo algunos de sus responsables aún "tratan de combatir los esfuerzos para impedir que se repitan las prácticas que nos llevaron a esa situación".