El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajará hoy a Copenhague para
participar en la última jornada de la cumbre de la ONU sobre medio ambiente y
tratar de lograr, contra las expectativas, un acuerdo sustancial contra el
cambio climático.
Obama se reunirá con más de un centenar de líderes mundiales con la esperanza
de lograr un pacto que recorte emisiones contaminantes y financiamiento a los
países más pobres para que se adapten a las nuevas tecnologías.
La Casa Blanca ha asegurado que quiere un acuerdo sustancial y no se conformará
con buenas palabras sin contenido.
Según declaró hoy el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, "volver con un
acuerdo carente de contenido sería bastante peor que regresar con las manos
vacías".
Obama, quien en los últimos días ha hablado telefónicamente con diversos
líderes mundiales para tratar de acercar posiciones, "va a Copenhague con
la esperanza de continuar los progresos y conseguir un acuerdo sólido que
funcione", indicó.
La propuesta de la Casa
Blanca para la cumbre de Copenhague prevé reducir las
emisiones de su país en un 17% para el año 2020 frente a los niveles de 2005.
Esto equivale a una reducción del 3% con respecto a los niveles de 1990, la
comparación que utiliza la
Unión Europea (UE).