Los inmigrantes que han llegado a los
países de la OCDE en los años de crecimiento económico no volverán a
sus lugares de origen, y por eso en la crisis actual hay que aplicar
políticas de formación para utilizar mejor sus
cualificaciones.
Este es el diagnóstico del jefe de la división de Migraciones de
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE), Jean-Pierre Garson, que en una entrevista publicada hoy por
"Le Monde" que pide a los gobiernos de los países miembros "un
análisis equilibrado" en las políticas para los inmigrantes en un
momento en que la crisis trae "racismo" y "xenofobia".
Garson avanzó que "no hay que esperar retornos masivos de
trabajadores inmigrantes porque la situación es peor en los países
de origen", y lo ilustró con el caso de España, donde frente al
objetivo oficial de 100.000 personas de vuelta gracias a "una fuerte
incitación financiera" el número de demandas no ha llegado a 2.000.
Comentó que si los inmigrantes "se han beneficiado ampliamente de
las creaciones netas de empleos en los países de la OCDE" en los
últimos años, con la crisis están "más afectados que los demás
porque están concentrados en los sectores más expuestos, en las
cualificaciones poco elevadas, los empleos temporales y los
estatutos precarios".
En esas condiciones, el responsable del departamento de
migraciones, que prepara un informe sobre el tema para el próximo
mes de junio, insistió en que no hay que ceder nada en las políticas
de integración.
"Al contrario, hay que aprovechar la crisis para poner en marcha
políticas de formación para utilizar mejor las cualificaciones de
los trabajadores inmigrantes; permitir a los inmigrantes pasar de un
estatuto a otro, porque sabemos que no se irán".
Garson puso el acento en que "ciertas necesidades de mano de obra
son estructurales y resistirán a la crisis, en particular en el
sector de la sanidad, en la atención a las personas mayores".
Señaló que "los países occidentales no tienen interés en que a
sus puertas se desarrollen situaciones explosivas que acarrearían
que se dispararan las migraciones incontroladas: refugiados,
demandantes de asilo o clandestinos".