Los  pedidos a las fábricas de EEUU disminuyeron un 0,8% en junio  después de un incremento de apenas el 0,6% el mes anterior, informó  hoy el Departamento de Comercio.
 El dato se añade a los  indicios de una pérdida de ímpetu en la reactivación económica de  EEUU, pero no fue tan malo como esperaban los analistas, que  habían calculado una caída del 0,9%.
 Los pedidos de bienes  duraderos también disminuyeron un 1,9%, según el Departamento, que  señala una cautela mayor de los consumidores en la adquisición de  artículos fabricados para que duren más de tres años.
 El  Gobierno indicó que los inventarios, que han aumentado durante 20 de los  últimos 21 meses, crecieron un 0,2% en junio al nivel más alto desde  1992.
 Esto indica que el sector manufacturero, que ha estado  al frente de la reactivación económica iniciada hace dos años, encuentra  más dificultades para la colocación de sus productos al menguar el  gasto de los consumidores y la inversión empresarial.