En un acto transmitido en cadena nacional, la presidenta argentina,
Cristina Fernández de Kirchner, se refirió a la tensión que existe entre el gobierno
y el sector agropecuario.
"Hace tres meses adoptamos el sistema de retenciones
móviles con dos objetivos: la seguridad alimentaria y la redistribución del
ingreso", dijo la mandataria en la Casa de Gobierno, informó El Cronista.
De acuerdo al medio trasandino, los dichos de la Presidenta
fueron en el marco del anuncio de la creación de un "programa de
redistribución social" destinado a la construcción de hospitales públicos,
viviendas y caminos rurales.
"Los argentinos no comemos soja; prácticamente se
exporta en el 95%", remarcó Cristina en un salón colmado de personalidades
de la política argentina. Al mismo tiempo reflexionó que "si el Gobierno
cometió un error fue de ingenuidad política". Y agregó: "El error fue
creer que la redistribución del ingreso se hace a través de una política. Sin
embargo, requería una mayor explicación, un mayor esfuerzo por parte de
todos".
"Es imposible atacar el problema de la pobreza sin
tocar la redistribución", insistió.
Por último, la Presidenta pidió perdón. "Si una palabra
mía ofendió a algún argentino, le pido disculpas".
Programa de redistribución social
La presidenta anunció también que invertirá en obras sociales la
recaudación del incremento de las retenciones a las exportaciones de
granos, cuya imposición hace tres meses desató un conflicto con el
sector rural.
"El Estado no quiere cerrar las cuentas fiscales, quiere cerrar
la cuenta social de todos los argentinos", dijo Fernández en un
discurso transmitido al país en cadena nacional.
El "programa de redistribución social" anunciado hoy prevé que el
60% de lo recaudado por el incremento de los impuestos a
las exportaciones de granos sea destinado a construir hospitales, un
20% a viviendas y el resto a caminos rurales.
"Interrogo a todos los argentinos si realmente estamos decididos
a abordar el problema de la pobreza porque sin redistribuir rentas
extraordinarias es imposible", afirmó la mandataria desde la sede
del Ejecutivo ante unos mil invitados, entre empresarios,
sindicalistas y políticos.