El presidente de Renault, Carlos Ghosn,
afirmó que la crisis del sector automotor "todavía no ha
tocado fondo" y que "si la crisis de financiera dura" los farbicantes de autos caerán "uno tras otro".
Las declaraciones de Ghosn aparecen hoy en el diario francés Le
Figaro, en la misma jornada en la que el presidente francés, Nicolas
Sarkozy, se reunirá con los principales responsables de la industria automotriz en Francia para tratar de la crisis del sector.
"Todo el sistema está amenazado. Yo no puedo funcionar si mis
proveedores desaparecen", aseguró Ghosn en referencia a las
dificultades que atraviesan empresas de componentes como la francesa
Faurecia.
Esa firma anunció la semana pasada que suprimirá en total 1.215
empleos en Francia en el periodo 2009-2011 ante la fuerte caída de
las ventas que está sufriendo en los últimos tiempos.
El máximo responsable de Renault entiende que la actual crisis
del sector es más acuciante que la que se vivió en 1993, cuando los
mercados europeos bajaron 16%, porque entonces
funcionaba el sistema de crédito.
"Dos de cada tres autos se financian con créditos", subrayó
Ghosn para resaltar cómo depende del sistema crediticio el
sector automotor.
Aplaudió la medida del Gobierno francés de "relanzar" el sector
con una prima de desguace de 1.000 euros (unos US$1.347), pero recalcó que "también
hay que animar a los bancos a prestar".
"No se puede financiar a tres meses con tasas del 10%. Esta
crisis es, sobre todo, financiera", dijo Ghosn, quien quiere que el
Estado facilite una "financiación razonable a dos o tres años, con
tasas de interés de ente el 4% y el 5%".
Ghosn, que se convertirá a partir del próximo enero en el máximo
representante de la Asociación de Constructores Europeos de
Automóviles (ACEA), intentará que Bruselas aporte una ayuda al
sector de 40.000 millones de euros (cerca de US$53.908 millones), partida en la que ya estarían
incluidas las ayudas de los Estados, indicó el diario.