Refinerías amenazan se suman a movilizaciones en Francia
Los estudiantes también han manifestado su oposición a las reformas al sistema de pensiones presentadas por el Ejecutivo y aprobadas por el Senado.
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Los paros de actividades en las refinerías amenazan con una
penuria energética de condiciones imprevisibles.
Varios centenares de gasolineras tuvieron que cerrar por
falta de combustible y los aeropuertos dejaron de recibir el queroseno que
precisan los aviones, según los datos oficiales.
Una situación que todavía no es dramática porque las
reservas permiten seguir funcionando a la maquinaria productiva, pero que puede
serlo en breve si se mantiene, como hoy, el bloqueo de las doce refinerías del
país, de las que a última hora del día no salía ni una gota de combustible.
Los estudiantes también han manifestado su oposición a las
reformas al sistema de pensiones presentadas por el Ejecutivo y aprobadas por
el Senado. De esta forma han tomado el relevo de los sindicatos y mediante
huelgas y manifestaciones mantienen la protesta contra el retraso de la
jubilación preconizado por Nicolas Sarkozy.
Desde el Gobierno francés se multiplican los llamamientos a
la calma, entendiendo que el pánico de los consumidores puede llevarlos a
acumular combustibles, lo que agravaría la carestía en los centros de
aprovisionamiento.
Pero en el horizonte se vislumbra ya el fantasma de 1995,
cuando una protesta similar, también contra la reforma de las pensiones,
paralizó el país durante varios días y obligó a recular al Gobierno del
entonces primer ministro Alain Juppé.
Las refinerías han tomado el relevo de los trenes como punta
de lanza de los paros indefinidos, mientras que los estudiantes se han
encargado de mantener viva la llama de la protesta en las calles.