Sube apoyo a Humala en Perú pese a que economía se frena

Por Leonardo Ruiz Pereira



La economía peruana se expandió a su ritmo más lento en 22 meses en noviembre, ya que la menor demanda externa por el oro y el zinc del país llevaron al gobierno a implementar un programa de estímulo fiscal por US$ 3.500 millones. En tanto, la aprobación del presidente Ollanta Humala subió de 47% a 54% en enero, según la última encuesta Ipsos Apoyo, impulsado por el cambio de gabinete que vino tras las fuertes protestas sociales contra el proyecto minero Conga.

El PIB peruano se expandió 4,95% interanual en noviembre, su menor ritmo de crecimiento desde el repunte de 3,9% de enero de 2010, mientras que el avance mensual fue 0,9% frente a octubre, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

La inversión en la economía de más rápido crecimiento de Latinoamérica en la última década ha disminuido por las preocupaciones de que una recesión en Europa y una desaceleración en China recorten la demanda para las exportaciones textiles y mineras de Perú. El gobierno podría tener que expandir su estímulo, a medida que los precios del cobre bajan y el crecimiento anual cae a 4% este año, dijo a Bloomberg el analista de Capital Economics, Michael Henderson. “Probablemente relajarán la política monetaria también, aunque eso no evitará que el crecimiento se desacelere en el primer semestre”, agregó.




Gabinete tecnócrata


Según Ipsos-Apoyo, la popularidad de Humala, un ex militar de izquierda, cayó cada mes, desde septiembre hasta diciembre, debido al conflicto en la región noreste de Cajamarca por el proyecto aurífero Conga, de la estadounidense Newmont.

La popularidad del presidente cayó en gran parte por las protestas anti-mineras. Humala cambió en diciembre a la mayoría de su gabinete, designando al militar retirado Oscar Valdés como primer ministro. Pese a las modificaciones, el presidente peruano ratificó en su cargo al clave ministro de Economía, Luis Castilla.

Su decisión de declarar la zona en estado de emergencia fue ampliamente respaldada por los peruanos, aunque el cambio ministerial despertó dudas por una supuesta militarización. Las preocupaciones resultaron exageradas según un análisis de la Economist Intelligence Unit, porque el cambio de gabinete también forteleció la naturaleza tecnocrática del equipo, lo que consolidó la postura política más moderada del presidente. Analistas citados por Reuters dijeron que el cambio mostró a un Humala más firme en un Perú más polarizado y que dejaría intacto el modelo de libre mercado.