Telefónica reporta en España resultados trimestrales menores a lo esperado

Por María Ignacia Alvear C.




La crisis europea sigue pasándole la cuenta a Telefónica. La operadora de telecomunicaciones cerró el primer trimestre del año con utilidades menores a lo previsto y un giro histórico en sus cuentas: Brasil superó a España en ingresos, aunque el país sudamericano sufrió una caída en sus resultados. Y Fitch, ante el ambiente inestable de la región europea, advirtió que veía poco probable que la compañía pueda reducir de manera significativa su deuda, a pesar de sus planes de realizar ventas de activos.

Telefónica ganó 902 millones de euros (US$ 1.186 millones), lo que representa un 20,6% más que el mismo período del año anterior, pero estuvo por debajo del consenso del mercado, que esperaba 937 millones de euros.

El director ejecutivo de la compañía, César Alierta, está intentando revertir la caída de 16% de ventas en España con paquetes de voz, banda ancha y televisión más baratos.

Sin embargo, los clientes prefieren a rivales más pequeños, lo que obliga a la firma a depender de Latinoamérica para crecer. Las ventas en ese mercado también declinaron, e incluso así Brasil superó a España como el mayor mercado de Telefónica.

Los resultados no fueron tan negativos, “aunque las expectativas han caído en los últimos meses”, comentó a Bloomberg el analista de Macquarie Securities, Guy Peddy. “Las ganancias en España y en el Reino Unido fueron un poco más débiles de lo esperado, pero el mercado estaba temiendo que podrían ser peor”, acotó.

La caída de los ingresos se debe principalmente al impacto de la devaluación del bolívar en Venezuela y la exclusión de Atento, el call center vendido el año pasado, informó la compañía.



Recorte de deuda


La devaluación del bolívar impactó la deuda de la firma, la que aumentó 550 millones de euros a 51.809 millones de euros, pero excluyendo este efecto, la deuda neta financiera se habría reducido a 51.200 millones de euros. La compañía repitió su meta de recortar la deuda a menos de 47.000 millones de euros.

Para llegar a esta cifra, Telefónica ha revertido su estrategia basada en adquisiciones que mantuvo por una década y ha comenzado a deshacerse de activos. Sin embargo, la agencia calificadora Fitch informó ayer que cree poco probable que llegue a su meta debido al elevado flujo de efectivo necesario para gasto de capital y espectro.

Además de Atento, la compañía vendió el año pasado participaciones en Alemania y China; en marzo, vendió su división de telefonía fija y banda ancha en Reino Unido a BSkyB en cerca de US$ 310 millones. En abril, acordó la venta del 40% de sus activos en Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Panamá.

Telefónica desmintió el martes versiones de que planeaba vender sus oficinas centrales, a pesar de que cinco fuentes lo confirmaron a Bloomberg. La compañía también negó ayer la venta de sus activos en Colombia. Otros potenciales negocios de los que podría prescindir son las divisiones irlandesa y checa, y la participación en China Unicom.