Tras la reunión de política financiera, el consejo del Banco Central tomó la decisión de mantener el requerimiento de capital contracíclico en su nivel actual de 0,5% de los activos ponderados por riesgo (APR) a la banca, coherente con las condiciones macrofinancieras y de riesgo que enfrenta el sistema financiero tanto nacional como internacional.
Frente a un entorno de riesgos, que fueron analizados en la instancia y que serán expuestos en detalle en el Informe de Estabilidad Financiera (IEF), se relevó “la importancia de contar con un colchón de capital previamente constituido por parte de la banca, que aumente su capacidad para enfrentar shocks”, afirmó el comunicado de prensa de la institución.
Además, destacó la importancia de que el capital pueda ser liberado en caso de concretarse un evento de estrés financiero, para mitigar los impactos en la provisión del crédito a hogares y empresas.
En esa línea, en la primera reunión de política financiera de 2026 se evaluará la convergencia hacia el nivel neutral de 1% de los APR, considerando un plazo de al menos un año para su construcción.
Nivel local
Las condiciones financieras en el territorio nacional presentaron una leve mejora respecto al semestre anterior, indicó el Banco Central.
Esto, se debe a que las tasas de interés de largo plazo han registrado una disminución, al igual que los spreads de bonos soberanos y corporativos. Asimismo, los flujos de capitales hacia Chile han ido incrementando en los últimos meses.
Situaciones como la resolución de los desbalances macroeconómicos de años previos, la reducción de la inflación y una economía que transita en torno a sus capacidades “han contribuido a mejorar la posición financiera de los agentes locales”, explicó el documento.
De igual manera, las vulnerabilidades de los hogares se mantienen en niveles bajos, mientras que las empresas disminuyeron sus indicadores de endeudamiento, carga financiera e impago.
Por otro lado, la actividad crediticia de los bancos mostró señales de recuperación. El stock de colocaciones creció a una tasa real de 1,4% anual en el tercer trimestre, y las carteras de crédito comercial, consumo y vivienda mostraron tasas de crecimiento positivas, aunque acotadas.
Sin embargo, “este crecimiento moderado se da en un contexto donde las tasas de interés han tendido levemente a la baja, en línea con sus tasas de referencia, sugiriendo una demanda por crédito aún débil, pero con algunos signos de dinamismo”, señaló el comunicado.
Mientras que, el sistema bancario continúa adecuándose a los avances en la implementación de Basilea III, que ha fortalecido la capacidad de absorber shocks. Asimismo, la rentabilidad de la banca “es mayor a los promedios históricos, mientras que la morosidad de la cartera muestra grados de estabilización, manteniéndose cubierta con provisiones y garantías”, agregó la entidad.
Así, la banca local cuenta con niveles de capital y liquidez que le permitirían mantenerse solvente en un escenario de tensión severo.