El bitcoin atraviesa su peor mes desde el colapso cripto de 2022 y arrastra consigo al resto del mercado. Lo que comenzó con una corrección aparentemente acotada terminó detonando una ola de ventas masivas de posiciones apalancadas. Según datos recogidos por Bloomberg, solo la semana pasada se liquidaron más de US$ 2 mil millones en menos de 24 horas.
En la apertura del mercado de este lunes, la criptomoneda cayó 3,1%, bajando hasta US$ 86 mil.
La analista de XTB Latam, Emanoelle Santos, explicó que el desplome se debe a una combinación de factores: “Muchos inversionistas venían operando con apalancamiento. Cuando el precio retrocedió, no alcanzaron a cubrir los llamados de margen y las liquidaciones automáticas hicieron el resto”.
Pero ese fue solo el primer golpe. El segundo llegó desde los ETF de bitcoin en Estados Unidos, que en noviembre registran flujos negativos por más de US$ 3.500 millones, su peor racha desde su lanzamiento. Solo el IBIT, de BlackRock, lleva más de US$ 2.200 millones en rescates. Y cuando un ETF enfrenta salidas, debe vender bitcoin físico para responder a los inversionistas, presionando aún más el precio a la baja.
Los retiros no solo reflejan cautela: también responden al cierre de estrategias específicas, como el basis trade -que aprovecha diferencias entre spot y futuros- y a ventas tácticas de fondos que, ante la volatilidad, buscan preservar liquidez. Cuando esos flujos abandonan los ETF, la venta forzada de la criptomoneda amplifica la presión bajista en el mercado spot.
En paralelo, el entorno macro global tampoco está jugando a favor. El ajuste abrupto de acciones ligadas a la inteligencia artificial -que habían sido el corazón del rally tecnológico- provocó una rotación hacia activos defensivos.
El fortalecimiento del dólar y expectativas más moderadas sobre recortes de tasas en EEUU redujeron la liquidez internacional, un golpe para activos sin flujo de caja como el bitcoin.
“Cada caída de precio profundiza la siguiente; el sentimiento ya cayó a territorio de ‘extremo miedo’”, señala Santos, enfatizando que los inversionistas que entraron cerca del récord de octubre están vendiendo para contener pérdidas, lo que mantiene la presión a la baja.
Impacto en Chile
Santos explicó que, si bien la volatilidad del bitcoin no representa un riesgo sistémico para Chile, sí afecta a carteras locales con exposición a fondos globales que incluyen activos digitales, sobre todo en estrategias alternativas ofrecidas por wealth managers. También golpea a inversionistas retail que operan a través de exchanges locales o internacionales.
Para lo que resta de noviembre -que entró en su última semana-, el panorama seguirá condicionado por los flujos. Mientras los ETF no reviertan la tendencia de salidas y la volatilidad global siga elevada, el mercado cripto enfrentará una recuperación más lenta y con mayor fragilidad.