Brasil no lo está pasando bien. Su negativo panorama económico interno está llevando a su divisa, el real, a niveles mínimos nunca antes vistos.
A esta hora el billete se transa en 4,015 por dólar, superando su mínimo intradía logrado de 4,014 reales en octubre de 2002.
La divisa brasileña se ha resentido ante las dificultades que encara el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff para poner en marcha su plan de recuperación económica. La moneda acumula una pérdida de más de 30% en lo que va de este año.
Además, el alza del dólar se intensificó luego de que Brasil perdiera el grado de inversión de Standard & Poor's.
Según el último boletín Focus, del banco central de ese país, la media de las estimaciones para la divisa a fines de año pasó de 3,7 a 3,86 reales por dólar, y para fines de 2016 llegaría a 4 reales. La apuesta para la inflación en 2015 subió de 9,28% a 9,34%.
En cuanto al desempeño de la economía, la proyección es de caídas más acentuadas en 2015 y 2016.
Los analistas esperan que el PIB se contraiga 2,7% este año y 0,8% el próximo, frente al pronóstico previo de -2,55% y -0,6%, respectivamente.