Las advertencias de Trichet, las preocupaciones en torno al
sector automotriz, la cruda situación del financiero y el cierre en negativo de
Wall Street pesan en los mercados del Viejo Continente
El Dax alemán y el Eurostoxx 50 ceden poco más de un punto
porcentual, el Cac 40 también pierde algo más de un 1% y el FTSE 100 se deja
casi un punto porcentual.
De poco sirvió la drástica bajada de tipos por parte del
Banco Central Europeo (BCE), pero sí las palabras del presidente de este
organismo, Jean-Claude Trichet, quien pidió una rápida aplicación de las
medidas adoptadas por la UE para combatir la recesión.
Aunque parece que el presidente del BCE por fin ha escuchado
las voces de alarma del mercado y ha echado mano de las tijeras para dar un
buen corte al precio oficial del dinero, sus palabras no generan demasiada
confianza. El economista francés explicó que la "fuerte y larga
corrección" que están viviendo los mercados financieros requiere medidas
como las adoptadas por el BCE y los gobiernos nacionales.
En Nueva York la situación no mejora. Cuando
todavía no se ha sanado el sector financiero enferma de gravedad el del
motor. Y este contagio podría llegar a ser preocupante puesto que se trata de
gigantes empresariales que dan empleo a miles de personas en todo el mundo. Su
quiebra supondría una sangría de trabajadores que deberían asimilar unas
economías bastante débiles.