Al cierre de la semana pasada se confirmó la extrema volatilidad en el mercado cambiario. Luego de la violenta caída del jueves, el viernes el dólar experimentó su mayor alza diaria en 26 meses, en una jornada marcada por las decepcionantes cifras macroeconómicas de China, la nueva caída de sus bolsas y la incertidumbre política en Grecia.
La divisa estadounidense se cotizó en $ 698 comprador y $ 698,3 vendedor, lo que representa un alza de $ 10 respecto al cierre de ayer y su mayor salto diario desde el 20 de junio de 2013 ($14,4).
Un operador de la plaza local explicó que la volatilidad en el mercado cambiario está asociada a la fuerte caída en el precios de los commodities -por las dudas en torno a la salud de la economía china- y por la incertidumbre que rodea a la Reserva Federal y el esperado inicio del ciclo de alza de tasas en EEUU.
"Las materias primas están rompiendo pisos técnicos. Aún no hay certezas de si EEUU está recuperado para subir las tasas y si el escenario global no está recuperado la divisa se verá afectada", dijo el trader.
Por su parte, el cobre cerró la semana pasada a la baja, y se transó en US$ 2,2888 la libra. Con este resultado, el metal rojo completó su séptima caída semanal consecutiva.
En el plano internacional, la Bolsa de China registró el viernes otra fuerte caída debido al adverso dato de la actividad manufacturera, que en agosto cayó a mínimos de 77 meses. Al cierre de la jornada, el índice Shanghai Composite cayó 4,27% hasta los 3.507,74 puntos y acumuló un fuerte descenso semanal de 11,54%.
Petróleo en rojo
Los precios internacionales del petróleo sufrieron el viernes pasado una brusca caída, tanto en Nueva York como en Londres, en línea con la debacle en prácticamente todos los mercados del planeta, producto de los temores que genera China.
En Nueva York, el valor del petróleo de WTI bajó un 2,15% y cerró en US$ 40,45 el barril, pero durante la sesión logró ubicarse por debajo de la barrera sicológica de los US$ 40 por primera vez desde el año 2009.
El commodity de referencia en Estados Unidos continuó en caída libre y acumuló un descenso semanal de 4,1%, lo que le llevó a encadenar su octava semana consecutiva de pérdidas, algo que no sucedía desde 1986.
Los analistas atribuyeron esta nueva caída a las dudas que despierta la economía china, el primer consumidor energético del mundo junto a Estados Unidos y que ha vuelto a causar pánico en los mercados financieros del mundo.