El tiempo del dinero barato está llegado a su fin. Los principales bancos centrales del mundo ya han empezado a optar por elevar las tasas de interés. Los cambios no se van a hacer esperar, y el mercado lo sabe.
“Por ahora sólo vemos a la Fed de Estados Unidos como el único Banco Central relevante que estaría subiendo la tasa de interés durante el primer semestre del 2018. Su impacto es acotado para la renta fija mientras no existan señales claras de presiones inflacionarias, las cuales hasta ahora se mantienen relativamente ancladas”, dijo el gerente de renta fija internacional de MCC, Diego Torres.
“Es normal que los bancos centrales lleven la tasa de interés a niveles arriba de los actuales. Desde un punto de vista de inversiones, claramente la renta fija internacional será el activo más golpeado en un escenario de alzas de tasa”, sostuvo el gerente de portfolio solutions y gestión de activos de Credicorp Capital, Klaus Kaempfe.
El experto dijo que dentro de la renta fija internacional, los bonos del tesoro y los papeles investment grade podrían ser los más perjudicados, dejando a los bonos corporativos emergentes y a las tasas locales de dichos países como los activos más atractivos.
“En renta variable, no creemos que las subidas terminen golpeando de manera negativa las valorizaciones de las acciones, principalmente porque el nivel de tasas actuales es todavía bajo. Creemos que cuando las tasas reales en Estados Unidos alcancen niveles sobre el 1,5% podríamos comenzar a preocuparnos, hoy las tasas están en niveles similares a 0,5%”, añadió el ejecutivo de Credicorp.
A su juicio, el crecimiento de utilidades y las pocas expectativas de recesión para los próximos años serán más importantes para la renta variable que el alza de tasa durante el 2018.
Este año marcaría un punto de inflexión en cuanto a la historia de la economía mundial: para unos es la consolidación de la recuperación real tras la crisis de 2008, mientras que otros abogan por el inicio de una nueva recesión.
Los analistas nacionales son menos fatalistas y auguran un buen 2018 alrededor del globo.
“Creemos que el 2018 será el comienzo de la última etapa del ciclo económico que se caracteriza por una aceleración del crecimiento y una reactivación de la inflación”, postuló Kaempfer.
“Hablar de crisis financiera es algo anticipado aun, aunque siempre hay que estar vigilantes. Le asignamos una muy baja probabilidad a una crisis financiera este 2018, pero entendemos que en algún año se terminará este que ha sido el ciclo más largo sin una recesión. El 2020 suena como el año más probable mirando desde aquí, aunque es muy difícil anticipar”, argumentó.
Chile y la región
“Chile es el país de la región que más repercusiones tiene respecto a esta alza de tasas, porque depende en gran parte de los movimientos que se produzcan en Estados Unidos. Sin embargo, el ciclo en el que se encuentra Chile, que es distinto al de Estados Unidos, hace que se aminore la influencia externa en el movimiento de tasas local. En general deberíamos ver un poco de mantención en las tasas”, manifestó la economista senior de BCI, Francisca Pérez.
“Latinoamérica se encuentra en un momento de ciclo de baja de tasas por la crisis brasileña, lo que está pasando en Ecuador, etc. El único que está al revés es México, para defender su moneda. Los ciclos de baja de tasas de la región han sido mucho más fuertes que en Chile”, sostuvo la analista.
Pérez finalizó indicando con que “se espera que este fenómeno se aminore porque este ciclo debería tocar piso este año”.
