El Banco central informó hoy que en su última reunión de política
monetaria, el Consejo decidió por unanimidad elevar la tasa de interés en 50
puntos base para ubicarla en 8,25%.
A través de un comunicado, el Central dijo que varios consejeros
manifestaron su preocupación porque las expectativas de inflación seguían en
niveles elevados e incluso habían aumentado en varias medidas y plazos.
Uno de
estos Consejeros indicó que esto era preocupante, no solo porque reflejaba un
importante debilitamiento del ancla nominal, sino que porque se daba en un
contexto donde los precios de las materias primas —que habrían sido el
detonador inicial de la alta inflación— mostraban alguna tendencia a
normalizarse y donde la TPM había aumentado de manera importante en los últimos
meses.
Otro de estos Consejeros agregó que eran una potencial causa
de los efectos de segunda vuelta que se observaban y podían poner dificultades
a la caída de la inflación, en la medida que se transmitieran a la formación de
precios y salarios. Por ello, acotó, una normalización pronta de estas
expectativas haría más fácil la convergencia de la inflación a la meta.
Varios Consejeros indicaron que el escenario externo seguía
siendo muy complejo, pero que, en el escenario más probable, las fuerzas
provenientes de la economía mundial no brindarían un apoyo significativo a la
reducción de la inflación doméstica, lo que tenía implicancias para la política
monetaria.
"Uno de estos Consejeros", dijo el Central, señaló que los riesgos para la economía
mundial habían aumentado, en particular porque existía bastante incertidumbre
sobre el desenvolvimiento de la crisis financiera y sus eventuales efectos
sobre las instituciones financieras y la provisión de crédito para la economía
real.