La agencia de calificación de riesgo
Moody's asignó por un error informático la Triple A, categoría que
se concede a los valores de menor riesgo, a miles de millones de
dólares de productos de deuda estructurada, según publica hoy el
diario británico Financial Times (FT).
Las acciones de la agencia caían casi un 13%, después de que se reportara el error de código informático. Así, los títulos de ceden un 12,9%, a US$ 38,23.
Moody's dijo en un comunicado que estaba llevando a cabo "una minuciosa revisión en este tema".
El rotativo británico, que cita documentos internos a los que ha tenido
acceso, señala que algunos altos directivos de la compañía
conocieron el error a principios de 2007, pero que esos productos
mantuvieron sus calificaciones hasta enero de este año, cuando
fueron rebajadas en medio de la ralentización del mercado.
Los productos implicados, dirigidos a inversores institucionales,
han supuesto rebajas de su valor contable para aquellos que aún los
mantienen y pérdidas de hasta un 60 por ciento de la inversión para
quienes decidieron venderlos.
El FT afirma que este tipo de errores informáticos pueden
ocurrir, pero que no hay constancia de ninguno tan "significativo"
como éste.
Asimismo, asegura que, aunque la agencia de calificación corrigió
el problema informático tras conocer el error, introdujo entonces
cambios en su metodología de asignación de categorías.
Sin embargo, en un comunicado remitido al diario, Moody's señaló
que es habitual que cada cierto tiempo cambie sus modelos
analíticos, pero negó que lo hiciera para ocultar el error.
"Sería inconsistente con los estándares analíticos de Moody's y
con la política de la compañía el hecho de modificar la metodología
en un esfuerzo para enmascarar errores", afirmó.
Moody's añadió que la "honradez" de sus calificaciones y de su
metodología es "extremadamente" importante para la compañía y que se
toma muy en serio este asunto, por lo que anunció el inicio de una
investigación en profundidad.
Este posible error se conoce en un momento en el que el papel de
las agencias de calificación se ha puesto en entredicho por varios
reguladores y Gobiernos, que ven parte del origen de la crisis
crediticia mundial en fallos de las agencias a la hora de asignar
las calificaciones a los complejos productos de deuda estructurada.