Grecia recibió su tercera rebaja de rating de los quince
últimos días. La agencia de calificación crediticia Moody's se unió a las
rebajas aplicadas por S&P y Fitch, y recortó la nota de la deuda de Grecia
hasta 'A2', desde 'A1'.
Peor aún, la puso en perspectiva 'negativa'.
La agencia de calificación justifica esta rebaja apoyándose
en la evidencia de que la fortaleza crediticia de la deuda a largo plazo del gobierno
heleno ha sido materialmente erosionada.
Los analistas de esta agencia destacan, sin embargo, que los
riesgos a largo plazo de Grecia fueron eliminados sólo "parcialmente"
con las medidas de ahorro y ajuste anunciados por el Gobierno socialista del
nuevo primer ministro, Giorgios Papandreu.
Esta baja no afectará los límites de los bonos y depósitos
bancarios del país que permanecerán con un ráting de 'Aaa', al igual que el
resto de la zona euros.
Moody's estima, asimismo, que "es extremadamente
improbable" que este país sufra problemas de liquidez y refinanciamiento a
corto plazo, a menos que el Banco Central Europeo tomara el "inusual
paso" de declarar la deuda soberana inadmisible como aval, un riesgo que
la agencia "considera como muy remota".
La agencia de calificación de riesgo indica, sin embargo,
que no cree que los problemas de Grecia signifiquen una "prueba
vital" para el futuro de la eurozona, a la que pertenecen 16 países
comunitarios.
Grecia pasa por un momento de fuerte crisis financiera y
económica, como consecuencia de su elevada deuda pública, que asciende a unos
300.000 millones de euros (unos US$ 432.000 millones), un 113% de su Producto
Interno Bruto (PIB). Además, el déficit público de este año llegará hasta el
12,7% del PIB, casi el doble de lo estimado inicialmente por el anterior
gobierno conservador.