Las reservas de petróleo almacenadas
en Estados Unidos aumentaron en 700.000 barriles la pasada semana,
comparadas con un incremento de más de dos millones que se esperaba,
según datos que difundió hoy el Departamento de Energía.
Con ese aumento, el total almacenado ascendió a 351,3 millones de
barriles, excluidos los fondos de la Reserva Estratégica, y es un
17,2% superior al volumen de hace un año.
Las existencias de gasolina descendieron en 3,4 millones de
barriles respecto de la semana anterior, más de lo que preveían los
analistas, y el total quedó en 215,3 millones de barriles o un 7,6%
por debajo del nivel acumulado hace un año en la misma época.
Las reservas de productos destilados, en las que se incluye el
gasóleo de calefacción y el diesel, aumentaron en 800.000 barriles,
frente a un descenso de casi dos millones que se esperaba, y el
total de 141,6 millones es un 16,7% superior al volumen de hace un
año.
El informe semanal reflejó además que las importaciones
de crudo disminuyeron en 24.000 barriles diarios respecto de la
semana anterior y se situaron en una media de 8,8 millones de
barriles.
Las refinerías estadounidenses operaron al 81,4% de capacidad,
comparado con el 82,3% de la semana anterior y utilizaron una media
diaria de 13,9 millones de barriles de crudo, 207.000 barriles menos
que la semana previa.
El volumen de combustibles y de productos derivados del crudo
enviados al mercado, algo que se toma como una referencia del nivel
de demanda, fue de una media de 19,7 millones de barriles diarios en
las últimas cuatro semanas, un 0,8% menos que hace un año.
La demanda específica de gasolina en ese periodo fue de una media
de 9 millones de barriles diarios, un 1,7% más que hace un año y la
de destilados se situó en 4,2 millones de barriles diarios, un 1,6%
por debajo del nivel de igual periodo en 2008.