Con sus luces encendidas a lo largo del trayecto, el Biotren realizó en la noche de este martes su primer recorrido sobre el nuevo Puente Ferroviario del Biobío en pleno funcionamiento. La estructura, de 1,8 kilómetros de longitud y dos vías electrificadas para uso mixto, es una de las obras más esperadas por los habitantes del Gran Concepción y marca un hito en la modernización del transporte de pasajeros y carga en la Región del Biobío.
El viaducto, que demandó una inversión pública de US$ 267 millones, forma parte del Plan Maestro Ferroviario que la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) impulsa en la zona, y que en conjunto considera proyectos por más de US$ 3 mil millones.
“Este nuevo puente es la base del Plan Maestro Ferroviario. Estamos terminando con el mayor taco de Chile, en San Pedro de la Paz, fortaleciendo la Línea 2 con más trenes y aumentando su capacidad. Pero no se trata sólo de trenes, sino de una transformación integral de la movilidad en la ciudad”, destacó el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, durante la ceremonia de inauguración.
El secretario de Estado subrayó que la obra “es símbolo de las transformaciones que el gobierno del Presidente Boric está impulsando en el transporte público, no sólo para mejorar la movilidad de las personas, sino también para fortalecer la logística y el desarrollo regional”. Añadió que la nueva infraestructura “se entregó cumpliendo con los plazos y el presupuesto”, y que el desafío ahora está en que exista demanda para su uso, “que millones de personas lo utilicen porque lo que nos mueve no es mover trenes, sino personas en trenes”.
Por su parte, el presidente de EFE, Eric Martin, explicó que la nueva infraestructura responde a un crecimiento sostenido de la demanda. “En 2024 el Biotren movió casi 12 millones de pasajeros, un aumento significativo que nos obligó a reforzar la red ferroviaria del Gran Concepción. Este puente es el resultado de ese esfuerzo: una obra emblemática al servicio de las personas”, indicó.
El nuevo viaducto es fundamental para aumentar la capacidad de la Línea 2, que conecta Concepción y Coronel. Este año llegarán cuatro nuevos trenes y otros seis más durante el primer semestre de 2026, vagones que permitirían absorber la demanda de pasajeros y frecuencias en la ampliación del servicio hasta Lota, aún en etapa de estudio.
Transferencia de carga
La ubicación estratégica de la Región del Biobío y su fuerte vocación exportadora a través de los principales puertos del centro – sur de Chile, se ven beneficiados con la apertura total del Puente Ferroviario.
En esa línea, el gobernador regional del Biobío, Sergio Giacaman destacó la contribución que esta infraestructura hace para potenciar la transferencia de carga desde y hacia los polos logítico – portuarios de la zona. “Esta es por naturaleza la capital logística del sur de Chile y este proyecto va a ayudar a que nuestros sectores productivos, como el forestal, pesquero u otro que se desarrolle, consoliden ese desafío”.
El sector forestal es uno de los principales usuarios industriales del tren. La mayor parte de su carga de madera y subproductos como la celulosa, son trasladados hasta los terminales portuarios a través de trenes. Por lo mismo, el presidente de Corma Biobío y Ñuble, Alejandro Casagrande, destacó su relevancia para la competitividad logística y ambiental. “El nuevo puente ferroviario sobre el Biobío permitirá operar trenes más largos, pesados y rápidos. Antes se transferían cerca de 9 mil toneladas diarias por ferrocarril, y hoy esa capacidad aumenta a alrededor de 13 mil toneladas por día, un 45% más, lo que equivale a 480 camiones menos en las carreteras”.
Agregó que esta optimización “reduce el flujo vehicular, mejora la calidad de vida de las comunidades vecinas y fortalece nuestra capacidad exportadora”. Sin embargo, advirtió que “para aprovechar plenamente el potencial del nuevo puente es necesario seguir mejorando el estándar de las otras líneas férreas destinadas al transporte de carga”.
La obra, construida por la empresa española Sacyr, está diseñada para resistir las crecidas históricas del río Biobío y sismos de gran magnitud, como el ocurrido en 2010. Con un túnel de 320 metros y doble vía electrificada, se consolida como el viaducto ferroviario más largo del país y una pieza clave en la integración del sistema de transporte público del Gran Concepción.