Con el foco puesto en la transición energética, Copec -filial de Empresas Copec- cumple 90 años en medio de una diversificada propuesta que va desde los combustibles hasta la comercialización de electricidad. En este último nicho ya tienen el próximo año contratos por sobre los 2 TW.
"Si el país tiene la decisión de avanzar en una transformación energética, estamos muy entusiastas en seguir ese camino. Son caminos inciertos porque no hay una solución clara. Entonces, son más bien de distintas pruebas y segmentos en los cuales hemos ido participando ya desde hace seis o siete años y sentimos que estamos contentos porque han habido avances interesantes", reflexiona con Señal DF sobre esta evolución el gerente general de Copec, Arturo Natho.
Entre otras incursiones y acontecimientos, el 16 de octubre Copec inauguró un nuevo electroterminal que convierte a Copiapó en la primera ciudad de América con transporte público 100% eléctrico. También la firma ha sumado cargadores eléctricos -en particular- en la carretera desde Copiapó hasta Castro que ya se puede recorrer con auto eléctrico al tener asegurada la posibilidad de carga. Lo anterior, entendiendo que el número de autos eléctricos todavía es bajo, pero irá creciendo: "Hemos visto que ha sido más lento que las proyecciones iniciales", reconoce el ejecutivo, pero recalca que de todas maneras seguirá existiendo una transición hacia autos eléctricos.
En su reflexión, sincera que los precios de los autos eléctricos todavía no están a niveles muy competitivos respecto del combustible y al mismo tiempo la oferta de carga no solo depende de los cargadores eléctricos, sino que también de la disponibilidad de las distribuidoras y del sistema de transmisión de poder disponer los consumos de carga eléctrica a lo largo del país.
"Creo que ese es el desafío regulatorio importante que tenemos por delante, cómo organizar la capacidad, porque se prevén crecimientos bien significativos del consumo de energía por la electromovilidad, pero también por los data centers. Y, en general, la transmisión y la distribución es lo que suele ser lo más complejo, rígido y además más regulado. Por lo tanto, la regulación también tiene que ajustarse de tal manera de favorecer la incorporación de la capacidad de red distribuida, pasando por el almacenamiento, baterías en distintos puntos, etcétera", aseguró, coincidiendo en la necesidad de impulsar cambios en los segmentos de distribución y transmisión eléctrica.
Natho plantea que en los próximos años la compañía estará creciendo en tres ejes: combustibles; energía eléctrica que puede involucrar distintas soluciones; y movilidad ligado también a la conveniencia.
-¿Cómo están perfilando la compañía hacia los próximos 90 años?
-Nosotros tenemos una visión de largo plazo y estamos mirando con mucho optimismo los próximos 90 años. Creemos que en la medida que seamos capaces de entender las necesidades que va teniendo el país, las distintas industrias, los distintos clientes y mantener esa cercanía, vamos a ser capaces de ir buscando las soluciones que vayan ocurriendo. Lo que creemos que es la base en la sostenibilidad es estar cerca de los clientes, estar generándole valor en las cosas que tienen ahora y muy especialmente también los desafíos que tienen hacia adelante.
Esta transición requiere una decisión y convicción de estar innovando, buscando cosas permanentemente, lo que a su vez exige no conformarse con nada. Pero en esta transición no hay una bala de plata. El sector de combustibles está desafiado por el cambio climático y el sector eléctrico está con aumentos de consumo muy relevantes. El tema de inteligencia artificial, la electromovilidad, más el consumo, todo eso hace que no haya soluciones claras. Hay una solución más bien con la convicción de acompañar esta transición de manera muy atenta y con mucha agilidad.
Estamos desarrollando tres líneas en nuevas energías: electromovilidad, energía solar y estamos haciendo pruebas con hidrógeno.
A través de nuestras tiendas Pronto trabajamos en cómo solucionamos esa necesidad de alimentación al paso, reforzando nuestra oferta, con una mejora en el mix, en el nivel de servicio, en la forma de comprar, en la automatización de los distintos puntos, pero también en productos distintos como Streat Burger, como la Pizza Sbarro. Esperamos prontamente poder contar además con el Café Juan Valdez.
-¿Cuáles son las metas en el corto, mediano y largo plazo?
-Claramente es ir concretando. Nosotros hemos ido abriendo esta plataforma de servicio, que es en lo que nos estamos convirtiendo.
El desafío es ir viendo cuáles de esas iniciativas van funcionando, cuáles no, cuáles son las modificaciones que se deben hacer, eso es algo que se va viendo permanentemente.
Todo esto con una vocación de ser relevantes, no nos interesa algo que no es muy relevante en términos de tamaño. Estas iniciativas tienen que ser consistentes con el posicionamiento que tiene la compañía.
-En esta cartera de opciones y nichos, ¿se ve difícil que el combustible deje de ser lo más relevante en las próximas décadas?
-Lo que estamos tratando de hacer es una gestión muy focalizada en los combustibles, que sigue siendo un tema muy significativo y además de mucha importancia. El país funciona con combustible. Tenemos que dar un servicio de primer nivel ahí, pero al mismo tiempo se está generando todo este otro espacio que está creciendo, que va desarrollándose. De partida estos mundos se mezclan mucho digitalmente.
-¿Salir de compras es difícil?
-Estamos viendo. No lo vemos ahora (...). Salir de compras tiene que ver más bien con oportunidades y cosas de esa naturaleza. Pero además, igual hay un foco de inversión relevante en los mercados en que estamos.
-Señaló que están haciendo pruebas con hidrógeno. ¿Cómo lo ven?
-El hidrógeno verde lo veo verde todavía. Le falta. Pero dicho eso, puede haber ciertos usos y nichos que pueden desarrollarse. En particular con Walmart estamos trabajando en ello. Todavía no vemos algo como muy escalable.
Desafío regulatorio
-Aseguró que el desafío regulatorio tiene que ver con la distribución y la transmisión. ¿En distribución sería impulsar una reforma?
-Claro, pero además poder -por ejemplo- seguir liberando la posibilidad de que haya comercializadores de energía a distintos segmentos. Durante este Gobierno se bajó de 500 Kwh a 300 Kwh el límite de potencia necesario para que empresas de menor tamaño puedan comprar energía como clientes libres. Para un espacio muy grande en el mercado europeo, por ejemplo, cualquier dueño de casa puede elegir entre cinco o seis comercializadores distintos de energía eléctrica. Entonces, una cosa es quién es el dueño de los cables, por decirlo así, y otra quiénes son los proveedores de energía.
-¿Y en la transmisión?
-También hemos visto que estamos con problemas de transmisión. Llega más lento que las necesidades que está teniendo el país. Y eso es en parte por regulación, en parte por el tema de la permisología que es un obstáculo relevante, en general en todos los ámbitos, pero en particular en esa línea. Es parte de las cosas que van a tener que abordar los próximos gobiernos, avanzar especialmente el tema de cómo se incorpora el almacenamiento, donde ya Chile ha tenido avances relativamente importantes. La mayoría de la energía eléctrica que tenemos es solar nocturna, de estos 2 TW que vamos a vender el próximo año, y una parte importante va con batería. Entonces, ha habido una evolución relevante. Estamos viendo cómo eso se va a ir transmitiendo, pero también dentro de las mismas redes de distribución probablemente va a tener que incorporarse en su momento.
-¿Ahora se vuelve más urgente entrar a resolver el tema regulatorio?
-Está siendo más urgente por el crecimiento, por la incorporación rápida de las energías renovables. Es lo que viene por delante.
-¿Cómo está viendo la carrera política y cómo podría afectar al sector?
-Cuando uno dice el sector, cuando vendemos combustible, cuando hacemos energía, es Chile. Nosotros nos movemos a ese ritmo, a esa velocidad. En general, si el país crece, aumenta el consumo de combustible. Y pensamos que por lo menos en todos los candidatos presidenciales hay prioridades bastante claras en términos de seguridad.
-De energía no hemos conocido mucho...
-Porque no es tan contingente (...) Está el tema de seguridad, de la economía y creo también muy importante la institucionalidad, el sistema político que se ha conversado mucho respecto a eso, pero para darle gobernabilidad al país hay que hacer algunos ajustes que se ha conversado largamente también a nivel del Congreso. Eso creo que son las prioridades país que son las que se están viendo, las que en general hay concordancia y, por lo tanto, nosotros vemos con confianza el futuro.
-Para las próximas autoridades de energía, ¿el desafío número uno debiese ser lo regulatorio, con este foco en distribución y transmisión?
-Yo creo. Sí.