Diversificación del ecosistema productivo de chips de IA; mayor competencia con presiones sobre precios y márgenes; optimización de software e infraestructura; efectos en las cadenas de suministro y movimientos bursátiles, junto a un fortalecimiento relevante de los actores involucrados. Estos son los principales efectos que el mercado y los analistas esperan de la alianza entre OpenAI y Advanced Micro Devices (AMD) informado este lunes con un conjunto de objetivos centrados en el impulso a una red de centros de datos de próxima generación.
Realizado a dos semanas de la alianza entre la compañía que encabeza Sam Altman y Nvidia –el actual mayor fabricante de chips de IA de última generación que comprometió inversiones por hasta US$ 100.000 millones- el acuerdo con AMD perfila un nuevo ciclo de inversiones y un despliegue de infraestructura sin precedentes en la industria al posibilitar el desarrollo de sistemas cada vez más avanzados y poderosos.
Aunque las partes no revelaron el costo total involucrado en el contrato cerrado con OpenAI, la CEO de AMD Lisa Su adelantó que generará decenas de miles de millones de dólares en ingresos para su compañía en los próximos cinco años. De esta forma, la estadounidense fabricante de procesadores, tarjetas gráficas y chips para IA se instaló de lleno entre los protagonistas del actual superciclo de inversiones en ese sector.
El acuerdo compromete a OpenAI a comprar el futuro acelerador de inteligencia artificial de nueva generación MI450 de AMD, su chip más avanzado para tareas de inferencia que permiten y optimizan la generación de respuestas para herramientas como ChatGPT.
De esta forma, se abre la posibilidad de que la startup de inteligencia artificial con sede en San Francisco se convierta en uno de los mayores clientes de la nueva tecnología de desarrollada por AMD y, de hecho, ambas compañías han trabajado estrechamente en las últimas semanas para definir las especificaciones.
“Marca un punto de inflexión para AMD en el mercado de centros de datos de IA. OpenAI es el cliente más influyente del mundo en este ámbito, y su validación puede generar un efecto de arrastre sobre otros desarrolladores de modelos fundacionales”, indicó al respecto un análisis de Bank of America Securities. No obstante, la firma puntualizó que en los inicios serán más bien modestos representando “no más del 10% del gasto de OpenAI en GPU (unidad de procesamiento gráfico) durante los próximos 12 meses”, graficando la distancia que todavía existe en relación a la posición de dominio de Nvidia.
Una competencia en alza
En lo que sí hay certeza en la industria es que la escala de la operación con OpenAI fortalece la posición de AMD como un actor clave, al posicionarse como un proveedor de referencia para empresas como Anthropic, xAI o Meta que busquen alternativas a Nvidia.
Incluso, no pocos estiman que a partir de ahora AMD ascienda como un segundo gran pilar del hardware de IA, impulsando su valorización y cuota de mercado. Una señal en ese sentido lo representó la escalada de 24% en el valor de sus acciones el día del anuncio, que muchos vieron como un respaldo a su estrategia para consolidarse como alternativa a los chips y software para IA de Nvidia y ganar en competitividad en la disputa de contratos con gigantes tecnológicos como Microsoft y Meta.
La atención de la industria está puesta en el potencial de AMD para mantener una estrategia consistente que logre abrirse paso frente al predominio que ostenta Nvidia. “Para AMD, el desafío será sostener el rendimiento y la eficiencia energética en cargas de entrenamiento a gran escala. Si logra demostrar paridad de rendimiento con los H100 en aplicaciones reales de OpenAI, el impacto comercial podría ser significativo en 2026”, estimó un análisis de Morgan Stanley.
Sin embargo, entre los expertos también crece la impresión de que AMD ya dio un primer paso relevante que podrá cambiar las posiciones entre los grandes actores de la industria, especialmente para su actual líder. “La alianza AMD–OpenAI es un golpe simbólico muy relevante contra Nvidia. No cambia el equilibrio de poder de inmediato, pero envía una señal clara: los grandes laboratorios de IA quieren competencia en hardware para reducir costos y riesgos de suministro”, señaló Dan Ives, director general de Wedbush Securities.
En la misma línea, el CEO de SemiAnalysis Dylan Patel opinó que “AMD necesitaba un socio con el perfil de OpenAI para probar a escala real sus GPU Instinct; si los resultados son sólidos, el mercado podría finalmente tener una alternativa viable a Nvidia”.
Por ello, entre los analistas siguen atentamente las repercusiones para AMD en el mercado bursátil, así como de eventuales ajustes en las expectativas de Nvidia. En tanto, muchos prevén que la operación marcará un punto de inflexión estímulando nuevas alianzas entre grandes actores de la industria, como podrían ser los casos de Google y Intel.
Efecto en industria y usuarios
Para quienes estudian el acelerado desarrollo de la industria de la IA, una de las implicancias que traerá esta operación es la diversificación del ecosistema de chips de IA dominado hasta ahora por Nvidia con más del 80% de participación del mercado de procesadores especializados en la ejecución del cálculos masivos necesarios para entrenar y operar modelos de inteligencia artificial. Así, estiman que OpenAI se verá beneficiada de la mayor competencia abierta en el segmento de hardware de IA.
Además, estiman que la jugada de AMD no sólo acelerará la competencia con Nvidia, sino que además estimulará una mayor diversificación de la oferta de chips de entrenamiento e inferencia desde compañias como Intel y de startups como Cerebras o Graphcore. Y uno de los resultados esperados es la tendencia a la baja en los precios, tanto en GPU como en aceleradores de IA, lo cual hace prever una mayor presión competitiva sobre los márgenes.
A nivel de usuarios, expertos ya prevén implicancias como reducciones en los costos de entrenamiento de los nuevos modelos y un mayor acceso a sistema de cómputo más avanzados que pueden traer beneficiar especialmente al desarrollo de las startups y la actividad de las universidades.