Mark Zuckerberg está apostando más de US$14 mil millones a que un joven de 28 años, bien conectado, será el catalizador que su empresa necesita para alcanzar a los rivales que corren por desarrollar y comercializar la inteligencia artificial (IA).
El jefe de Meta cerró un acuerdo la semana pasada para adquirir el 49% de la empresa de etiquetado de datos Scale AI y contratar a su líder, Alexandr Wang. Zuckerberg pagó US$14.300 millones, ligeramente por encima de la última valoración de Scale. Pero la propiedad de la startup es “básicamente incidental”, según un inversionista de Scale. El verdadero premio era Wang.
Un ejecutivo de uno de los mayores rivales de Meta dijo que el movimiento ocurrió luego de que Zuckerberg decidiera que Wang era el “CEO en tiempos de guerra” que necesitaba al mando del laboratorio de “superinteligencia” del grupo tecnológico, justo cuando Meta estaba quedando rezagada frente a sus competidores en IA.
Ni un investigador de IA célebre ni un ingeniero de alto nivel, Wang —prodigio de las matemáticas e hijo de dos físicos chinos— cofundó Scale a los 19 años.
Según una docena de personas que han trabajado con él, para él o han invertido en Scale, Wang es un operador altamente eficaz, con conexiones estrechas en todo Silicon Valley.
“Hay muy pocas empresas que tengan relaciones profundas con todos los principales equipos de investigación: están Scale y Nvidia, y [el jefe de Nvidia] Jensen [Huang] probablemente no aceptaría el trabajo”, dijo Dan Levine, socio de la firma de capital de riesgo Accel, uno de los primeros inversionistas en Scale y aún miembro de su directorio.
Zuckerberg espera que el brillo de Wang atraiga a los mejores talentos desde rivales como OpenAI, Anthropic, Google y Safe Superintelligence (SSI), la startup dirigida por el ex científico jefe de OpenAI, Ilya Sutskever.
Meta está en conversaciones para contratar a Dan Gross, uno de los cofundadores de SSI, y a su socio inversionista Nat Friedman, según una persona con conocimiento del tema. Las discusiones —reportadas primero por The Information— están en una etapa avanzada y fichar a ambos sería un gran golpe para la renovada división de IA de Meta.
Gross y Friedman no respondieron a la solicitud de comentarios.
Wang y Meta en la carrera
El verdadero talento de Wang, según varias personas que han trabajado con él, es su capacidad para cultivar aliados poderosos tanto dentro como fuera de Silicon Valley. Su agenda social ha combinado reuniones con líderes mundiales como Keir Starmer, Emmanuel Macron y Narendra Modi, con visitas a la Met Gala de Nueva York y carreras de Fórmula 1.
Entre sus confidentes están Sam Altman, director de OpenAI y excompañero de casa, la ex directora de tecnología de ChatGPT, Mira Murati, y Michael Kratsios, ex asesor tecnológico del presidente Donald Trump.
Según alguien familiarizado con el asunto, Wang ha idolatrado a Zuckerberg desde hace tiempo, y Scale buscó financiamiento de Accel en parte porque fue un inversionista temprano en Facebook.
Para el equipo de Scale —que bromeaba internamente con que la empresa tardaría años en salir a bolsa debido a su alta valoración— el acuerdo representa una ganancia bienvenida. En cambio, en el equipo de IA generativa de Meta hay menos entusiasmo, según una persona cercana a la empresa, que cita dudas sobre las capacidades técnicas de Wang.
Meta está lejos de ser un actor neutral en la carrera por la IA, y la capacidad de Wang para obtener favores podría no durar mucho. Su nuevo puesto lo pone en una guerra por talento frente a figuras como Altman y Murati, quien el año pasado fundó su propia startup de IA llamada Thinking Machines.
Altman dijo esta semana que Meta ha intentado reclutar a desarrolladores de OpenAI con bonos por firmar de hasta US$ 100 millones y sueldos aún mayores.
El enorme gasto en nuevos empleados es una admisión de que la estrategia actual de IA de Meta estaba fallando.
El lanzamiento más reciente de la compañía, Llama 4, decepcionó en varios indicadores independientes de rendimiento. Según la empresa, aún no se ha definido el cargo de Wang ni su relación con Yann LeCun, el científico computacional que lidera la investigación fundamental de IA en Meta.
“Esta es la gran apuesta: lo más importante en el corto plazo es el equipo de investigación que logren armar rápidamente”, dijo alguien cercano a Scale. “Están haciendo ofertas increíbles y tratando de contratar un equipo talentoso lo antes posible. Alex conoce a toda esa gente... Es casi como un atraco.”
Otros que conocen a Wang ven oportunismo detrás de su constante construcción de redes. “Wang es un operador, quiere ganar tanto dinero como pueda y hacerse el nombre más grande posible”, dijo un ex empleado.
“Quiere que su nombre esté en todo, incluso cuando no está al tanto o no ha hecho el trabajo”, dijo otra persona que trabajó estrechamente con Wang en varios proyectos.
Scale refutó esa caracterización, describiendo a Wang como trabajador y meticuloso.
En Scale, Wang demostró ser hábil para leer el mercado y los vientos políticos. La startup se enfocó inicialmente en atender a empresas que entrenaban vehículos autónomos, pero en 2019 giró hacia la inteligencia artificial. Rápidamente se convirtió en la más destacada entre las empresas dedicadas al poco glamoroso trabajo de etiquetar y categorizar datos para entrenar herramientas de IA como ChatGPT de OpenAI.
Eso implicó contratar a más de 100.000 trabajadores por encargo, muchos en el mundo en desarrollo, a través de una filial llamada Remotasks. Más recientemente ha utilizado expertos en distintas materias para entrenar y probar modelos en áreas altamente especializadas.
Scale dijo que ahora la mayoría de sus “colaboradores” están radicados en EE.UU.
Scale ha buscado nuevos negocios con el gobierno de EEUU y ayudado a empresas a construir aplicaciones de IA. Ese negocio está creciendo rápidamente, según una persona cercana a Scale, pero la mayor parte de sus ingresos de US$ 870 millones el año pasado provino del etiquetado de datos para las mayores empresas de IA generativa, incluida Meta.
“Alex nunca está satisfecho con su equipo, ni consigo mismo. Cuando lo conocí a los 19 años noté su inteligencia, pero no percibí su impulso implacable”, dijo un inversionista temprano en Scale.
Wang también se ha convertido en un mensajero confiable en Washington DC, gracias a sus hábiles posturas políticas, como su línea dura frente a China y su defensa de la contratación “basada en méritos” por sobre la diversidad.
Futuro de Scale AI
El futuro de Scale ahora es incierto. Su nuevo director ejecutivo, Jason Droege, dijo que el acuerdo con Meta, que valoró a Scale en US$ 29 mil millones, validaba el enfoque de la empresa y “no representa un giro ni un cierre”.
“Tenemos un equipo excepcional, una visión clara y los recursos para lograr cosas realmente notables”, afirmó.
En el corto plazo, Scale está luchando por retener a sus mayores clientes y asegurarles que sus datos estarán protegidos de Meta. OpenAI y Google ya han dado señales de que dejarán de depender de los servicios de Scale.
“El negocio de Scale se va a desmoronar, nadie quiere trabajar con una empresa de la que Meta posee el 49%, así que [Meta] tuvo que pagar lo que los inversionistas valoraban como el total de la compañía en la última ronda”, dijo uno de los inversionistas de la startup.
Scale dijo que sus relaciones con clientes clave siguen siendo sólidas, y agregó que la inversión de Meta indica que aún hay valor real en el negocio restante. OpenAI señaló que ya estaba en proceso de dejar de usar los servicios de Scale desde hace varios meses. Google declinó comentar.
Una persona cercana a la empresa se mostró más optimista sobre el futuro de Scale sin Wang. “Nuestros clientes realmente no pueden dejarnos”, dijo. “Estamos en una guerra y [Scale] es el proveedor de armas".