Esteban Valenzuela contesta el teléfono desde Concepción. Recién han pasado dos semanas desde que se convirtió en la víctima colateral de que el oficialismo no lograra formar una lista única para competir en las elecciones parlamentarias. Era el único ministro que militaba en la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), el partido que se descolgó. Y lo pagó con su salida.
Ni un mes de descanso se dio. “Yo ya di vuelta la página”, dice.
El exministro de Agricultura vive con su familia en Machalí, pero apenas salió del Gobierno retomó sus actividades académicas en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción, así que pasa medio tiempo en esa ciudad.
Antes de ser ministro, Valenzuela fue alcalde de Rancagua y diputado. Pero todavía antes, estudió periodismo en la PUC. Ahí mismo, hizo un magíster en Ciencia Política. Después, un máster en Desarrollo en Wisconsin-Madison -“que es donde se gestó la reforma agraria chilena”, destaca él mismo- y llegó a doctorarse en Historia Contemporánea en Valencia. Ha escrito 30 libros y 50 ensayos académicos.
Ahora, dice, quiere seguir en ese camino y no volver a los cargos políticos. “Yo lucho por la equidad territorial (...) y estoy muy cómodo en la Universidad de Concepción, que es muy prestigiosa. Estamos preparando un magíster de Gobierno, también un doctorado, vamos a aportar desde este ámbito. Yo soy un intelectual orgánico, como decimos los gramscianos”.
- ¿Usted se considera gramsciano?
- Yo soy un cristiano federalista verdegramsciano.
Gramsciano, explica, porque este pensador rompió con ideas anteriores, comunitarias y socialistas, ligadas a la revolución del proletariado que no comparte: “Eso tiene que ser con una base con consenso y diálogo. Y donde el mundo social-cristiano también ocupa un rol fundamental”.
“Yo vengo de la teología de la liberación”, continúa y, por ello, dedica un espacio a homenajear al antiguo obispo de Rancagua, Alejandro Goic, que falleció esta semana: “Él dijo que un verdadero cristiano se preocupa del destino universal de los bienes”.
En modo electoral
En paralelo, Esteban Valenzuela ya se sumó al equipo de Jeannette Jara, donde, según explica, está trabajando en propuestas para un programa de descentralización. “Esto se va a jugar también en la ruralidad y el Gobierno de Boric hizo muchísimo en el mundo rural”, afirma.
- ¿Cómo ve el panorama, con Kast liderando?
- Yo no miraría en menos a Evelyn Matthei en ningún caso, no hay partido jugado.
- ¿Y ustedes, cree que pueden dar vuelta las encuestas?
- Las encuestas dicen que ella (Jara) pasa a la segunda vuelta.
- Pero la pierde…
- Ella ha mostrado con creces una clara condena a Maduro, a la dictadura de Nicaragua, es una candidatura democrática absoluta. Mi abuelo fue comunista, del PC de Rancagua (...) y puedo decir que el PC chileno tiene una trayectoria impecable. Hay mucha mentira y caricatura. Creo que Chile se merece que venga una presidenta del estado llano y no de las distintas oligarquías y quienes hemos sido partes privilegiadas. Además, ella tiene una trayectoria de absoluta impecabilidad ética, que es simplemente notable.
El adiós al Gobierno
Su relación con Boric, asegura, quedó en buenos términos después de que salió del gabinete. De hecho, le agradece haber tenido “el honor de dirigir el ministerio” y destacá que desde un inicio del periodo, lo “apañó”, cuando “la ultraderecha inventó que yo agredí a un carabinero, cosa que jamás haría ni hice”. En el momento en que conversaron por su salida, “todo se hizo con mucha franqueza”, sostiene.
El Presidente, destaca, valoró su gestión. “Es que los datos son elocuentes. El sector agropecuario creció casi tres veces más que el promedio de la economía”.
- ¿Pero entendió las razones de la salida?
- Yo era partidario de una lista única, pero con generosidad de los partidos grandes (...) las coaliciones de centroziquierda que se mantienen vivitas y coleando en el mundo, tienen dos componentes nuevos. Las nuevas izquierdas juveniles y los partidos verdes y territorialistas. Eso ayudó en Francia a que las grandes ciudades no se fueran a la ultraderecha, eso sostiene al gobierno de Pedro Sánchez, el nacionalismo periférico (...) Así que a buen entendedor, pocas palabras.
Valenzuela versus parcelas
Más allá de manifestarse conforme con su gestión, salió con algunos pendientes del Gobierno.
Uno, y tal vez el principal, es la Ley de incendios -que hace obligatorios los cortafuegos y la limpieza del interfaz urbano-rural-, que, según él, “es simplemente una inmoralidad que no se vote”.
Y otro, cómo no, es el famoso proyecto que cambiaría la regulación de parcelaciones y loteos, ítem central en la agenda de Valenzuela que incluso llevó a que un gremio de desarrolladores inmobiliarios pidiera -sin éxito- una orden de arresto contra él durante su periodo como ministro.
“Yo soy una persona de híper seriedad”, comienza su relato Valenzuela. A tal punto, cuenta, que en el colegio le decían “la vieja”, aunque más adelante lo eligirían como el mejor compañero.
“¿Por qué te lo digo? Porque como alcalde denuncié la corrupción de la basura, los metí presos. Y esto de las parcelaciones era evidente que era un acto de la peor de las corrupciones. La corrupción, la gente la asocia a las coimas y el tráfico de influencias, pero lo peor son las omisiones lesivas, que dañan estructuralmente. No todas las parcelaciones, porque hay unas muy serias, pero una parte importante eran omitivas y lesivas. Yo lo que hice -y gané en cero en la Corte Suprema contra las demandas de abogados y grupos inmobiliarios- fue obligar a que se cumplieran leyes de la República que ya existen”.
- ¿Qué piensa cuando ve que las solicitudes para lotear se han reducido a un tercio desde su instructivo?
- Frente a algunos energúmenos que me atacaban, con intereses inmobiliarios en el sur, diciendo que estábamos parando el sistema de subdivisión. ¡Mentira, ahí están los datos! Desde 2022, el sistema siguió existiendo, pero cumpliendo los requisitos para hacer vivienda.
Los agricultores, a juicio de Valenzuela, en general, le están agradecidos. Dice que Antonio Walker y Juan Pablo Matte, de la SNA, lo apoyaron en esto.
Y a que pesar de que esta no fue la única rencilla que tuvo con el sector privado -como cuando sugirió el cobro de un royalty para las forestales o la vez que denunció una colusión de las papas ante la Fiscalía Nacional Económica (FNE)-, se va con una muy buena relación con ese mundo. Como dijo el propio Walker, “siempre tuvimos las puertas abiertas del ministerio”.
Y Valenzuela lo respalda: “De los distintos gremios empresariales recibí muestras de cariño y reconocimiento por el trabajo colectivo”.