Desde las 24:00 horas del 13 de noviembre se suspende toda actividad de propaganda política y electoral, los candidatos tanto a La Moneda como al Congreso guardan silencio, después de una campaña que ha salido de lo común por la extrema polarización en ambas categorías. En el Parlamento, la Cámara Baja elige los 155 escaños; mientras que el Senado sólo 23 en las circunscripciones que coinciden con las regiones impares. Desde hace varias semanas, representantes de la oposición vienen manifestando su convicción de que las derechas unidas obtendrán mayoría en ambas cámaras. Así las cosas, ¿con qué ánimo llegan los candidatos del oficialismo más la Democracia Cristiana (DC) al 16 de noviembre?
Hasta que comenzó el embargo a las encuestas, las cifras indicaban que la aspirante oficialista a La Moneda, la comunista Jeannette Jara, lideraba la carrera en los sondeos presidenciales, con alrededor de un 30% de las preferencias, en algunas décimas más en otras menos, por lo que sus partidarios están optimistas de que pasará a la segunda vuelta en primer lugar. Y que, de ser así, eso debería fluir hacia las candidaturas parlamentarias. A pesar de que nadie se atreve a aventurar que un buen resultado implique superar en escaños a la derecha.
En este sentido, el jefe de la bancada de senadores socialistas, Gastón Saavedra -que representa a la Octava Región, en el Congreso-, cree que durante el avance de la campaña, la candidatura de Jara se ha “adosado mucho más” a la carrera parlamentaria, por lo que “nos debiera ir muy bien” en las elecciones. De hecho, el legislador del Socialismo Democrático (SD) está convencido de que su abanderada presidencial pasará a la segunda vuelta “en primer lugar, por lo que hay muy buenas expectativas” respecto del resultado parlamentario en el sector.
Saavedra estima que en el peor escenario, “al menos, mantendremos lo que tenemos actualmente”, en ambas cámaras. Sin embargo y pese a su optimismo, admite que la situación “no está tan fácil”, lo que atribuye a lo que define como la “derechización de la ciudadanía”.
Críticas y dudas dentro del pacto
Desde el Frente Amplio (FA), el diputado Jaime Sáez comenzó asegurando que su sector apoya a la candidata presidencial “por convicción política y no por conveniencia”, con lo que hace una diferencia con otros partidos con los que comparte en el pacto Unidad por Chile. Aunque, en términos más prácticos, reconoce que la buena posición con que Jara llega a la primera vuelta presidencial “rentabiliza electoralmente, nos suma”, también, a los candidatos al Congreso. Esto en un contexto “donde hay muchas alternativas y mucho voto cruzado”, advierte.
En este escenario, el diputado frenteamplista, hace una dura crítica a sus socios del Partido Liberal, señalando que “me llama la atención que los liberales no estén haciendo campaña con Jeannette Jara o digan que no tienen candidato presidencial”.
La
impresión expresada por Sáez da cuenta de que en el principal pacto oficialista existen profundas diferencias y que éstas no sólo se manifiestan en la oposición.
El representante de otro de los partidos que integra el pacto Unidad por Chile, el jefe de la bancada de diputados de la DC, Héctor Barría, sostiene que en la actualidad, “en el mundo de la centroizquierda, todas las candidaturas están más enfrascadas en la carrera presidencial, porque creen que (Jara) va a pasar a segunda vuelta”, lo que podría aportar a las candidaturas parlamentarias.
Sin embargo, le preocupa que el Partido Comunista (PC) pudiera “seguir cometiendo errores no forzados” durante la campaña, porque estos -desde su punto de vista- afectan a la candidata y por añadidura a los aspirantes del pacto al Congreso. Jara –dice- “es mucho más que el PC” y los dirigentes de la colectividad deben entenderlo así.
Respecto a su bancada en particular, Barría cree que esta va a crecer, “como ya ha ocurrido en la Cámara”, donde ha captado figuras que llegaron perteneciendo a otros partidos, como el Partido de la Gente (PDG), y ahora están compartiendo espacio político con el falangismo. De cara al 16 de diciembre, “como cristiano y católico, estoy optimista”, dice respecto de la posibilidad de que su partido elija un buen número de parlamentarios.