Por Gonzalo Cerda Milla
Que 2012 partirá en materia de crecimiento económico con el freno de mano, ya nadie lo discute. Pero, el punto de discrepancia está en la velocidad que tomará la actividad: algunos apuestan a una expansión cercana al 5,5% y otros por debajo del 5%, más centrada en 4,5%.
El informe de Latin focus publicado el lunes dio luz verde a esta discusión. En el documento las expectativas del mercado eran diversas, JPMorgan apuntaba a que el próximo año la actividad sólo registrará un crecimiento de 4%, siendo está la cifra más baja de toda la medición, en tanto, la más elevada llegaba a 5,5%.
Si bien el consenso daba cuenta de que la actividad registraría una expansión en torno a 5%, el debate se centraba en la real implicancia de los factores como el consumo e inversión. El informe señalaba que Chile el próximo año registraría descenso considerables en estos dos indicadores, ya que el consumo descendería de 7,8% a 5,6% en 2012 y la inversión lo haría desde un 15% a 10,2%.
Las distintas posiciones
Al analizar el impacto de esta caída en el ritmo de actividad, las discrepancias se producen porque para algunos este proceso es parte de una “normalización” de la actividad económica y no de una brusca desaceleración.
Para el economista jefe de BanChile Inversiones, Rodrigo Aravena, el próximo año el menor ritmo de crecimiento de la economía debiera estar delimitado por un proceso de “normalización” de la demanda interna. Esta situación, explica, “se traducirá en una menor acumulación de inventarios, junto a una desaceleración del consumo y de la inversión”. No obstante, Aravena advierte que hay que tener cuidado al momento de analizar las cifras.
Es que plantea que la desaceleración se explicaría por una baja en el consumo de bienes durables, que se contrapone a lo visto en 2010 y parte de 2011, donde y producto de bajas tasas de interés y de una caída importante del tipo de cambio, los niveles de consumo se aceleraron.
A pesar del descenso en los bienes durables, el experto sostiene que seguirán siendo el principal catalizador del crecimiento, toda vez que para el próximo año crecerán por sobre el Producto y, de todas formas, más rápido que el consumo de bienes no durables.
En tanto, para el economista de Rojas y asociados, Patricio Rojas, el escenario del próximo se centrará en un crecimiento que estará sostenido por la inversión en obras públicas. “Prácticamente todos los proyectos de obras públicas, de vivienda y concesiones no se han materializado durante los dos años de este gobierno, por lo tanto, el año 2012 y 2013 se van a caracterizar por el inicio de obras como por ejemplo del metro”.
Agrega que en materia de demanda, ésta tiene espacio para mantener un ritmo “alto de crecimiento”, fundamentalmente, porque el nivel de endeudamiento se mantiene en niveles considerados “normales”. “Dado las actuales tasas de interés nominal, que todavía son de un contexto normal más que contractivo, veo posibilidades para que la economía crezca a niveles más cercanos a un 5% o 5,5%, y no descartaría un número un poco más alto”, afirma.
El rol del gobierno
“Este menor crecimiento es el resultado de un proceso de normalización de las tasas de interés”, afirma el economista del grupo Nueva Economía, Hernán Frigolet. El experto sostiene que Chile vuelve a su capacidad de crecimiento como la que se venía evidenciando antes del terremoto, la que no es mayor “porque no se han dado las reformas necesarias para elevar el PIB potencial de la economía”.
“No hemos tenido un aumento mayor del gasto de inversión y, por eso, el PIB potencial no se puede desplazar dado que tras dos años de gobierno no se han tenido reformas que apunten a mejorar esta situación”, indica.
Por ello, apuesta a que la economía retomará su antigua estimación de crecimiento más de mediano plazo, que está en torno a un 4,5%. Frigolet considera que para 2012 la economía alcanzará una expansión de entre 4,5% y 5,2%.
En tanto, para el economista jefe de Banco Penta, Matías Madrid, el crecimiento para el próximo año será de 4,9%, lo que está ligado a que el Fisco también anota una desaceleración es su nivel de gasto desde un 9% a un 6% el próximo año.
“Esta situación repercutiría en el mercado laboral, ya que lo que se está haciendo es converger hacia una tasa más de tendencia, por lo que este indicador debiese situarse más a la baja en un nivel cercano a 7%, también podrían evidenciarse efectos sobre el tipo de cambio”, asegura Madrid.