Por Ángela Chávez M.
En la víspera del inicio de la campaña municipal y de los discursos de los candidatos de todos los colores políticos relevando la importancia de los municipios por ser considerados el vínculo más directo entre el ciudadano y el Estado, el Instituto Chileno de Estudios Municipales (Ichem), de la Universidad Autónoma, reveló la “escasa” participación de los gobiernos locales en la asignación de la inversión pública.
La investigación “Inversión Pública: el lugar de los Municipios”, a cargo del antropólogo Cristián Loyola, junto con dar cuenta que “el municipio parece no estar presente en el foco de la discusión sobre la creación de programas y proyectos donde se invierten los recursos públicos”, también se aventura a concluir que dicha problemática se explicaría más bien por “una falta de capital humano adecuado para las tareas vinculadas a un ciclo de proyectos”.
Así el estudio muestra que entre los años 2009 y 2011, la cantidad de proyectos presentados por los municipios del país y luego aprobados -en el Sistema Nacional de Inversiones dependiente del Ministerio de Desarrollo Social y de Hacienda- es “absolutamente marginal en comparación con aquellos ejecutados a nivel regional o sectorial (por los ministerios)”. De esta forma, entre los años mencionados, los proyectos aprobados a las municipalidades fluctúan entre el 5% y 3%.
Una baja que, al parecer, se arrastra desde hace años, porque mientras en la década del 90 la presencia en la inversión pública desde las municipalidades correspondía a poco más del 17% del presupuesto que el Estado dispone, al año 2007 apenas llegaba al 6,9%.
Al observar la distribución regional de los municipios participantes de la cartera de inversión pública, para el período 2009-2011, se constata que tanto la Región Metropolitana como la Región del Biobío son las que concentran la mayoría de los proyectos recomendados favorablemente, con 79 y 80 iniciativas aprobadas respectivamente, en contraste con las 6 iniciativas aprobadas para la Región de Tarapacá, durante el mismo período.
Una situación que a juicio del autor de la investigación, se explicaría porque se trata de las regiones “más grandes” y con los municipios “más consolidados, que por tener mayor cantidad de recursos y entradas de otro tipo, pueden hacer el gasto que les permita mantener un staff de profesionales especializados que formulen proyectos”.
Culpas compartidas
Es que a juicio del profesional del Ichem, si bien la baja presencia de los municipios en la inversión pública es un tema de “culpas compartidas”, en gran medida se explica por una tema de capital humano.
“Sólo el 70% de los municipios tiene al menos a un profesional en el área de planificación y gestión de proyectos de envergadura, lo que da cuenta de una incapacidad en la gestión de recursos humanos en los municipios para participar de este proceso”, dice.
A ello se suma el hecho que “en los municipios, en el área de la planificación, existen los sueldos más bajos de la administración pública, lo que hace que los profesionales a su vez se vayan, exista una alta rotación de profesionales y por tanto no haya una especialización en el conocimiento”. Una situación que también se explica por las prioridades de cada municipio, pues mirando los presupuestos de los gobiernos locales se observa -precisa- que “la mayoría son transferencias que tienen que ejecutar en salud y educación y hay muy poco margen para que los municipios tengan una verdadera autonomía financiera”.
De igual forma, dice Loyola, hay que tomar en cuenta que el 50% de los proyectos de inversión pública presentados por los municipios “son muy simples y de poco impacto en la ciudadanía”, en su mayoría son iniciativas de pavimentación de calles que no superarían los $ 30 millones.
Para el antropólogo, en este escenario también tiene un grado de responsabilidad al Estado el que a su juicio “no ha relevado la necesidad de incluir a los municipios en la planificación de la inversión pública, que hoy es planificada en su mayoría a través de los ministerios y gobiernos regionales”.
Consultado el efecto de los años electorales como éste, el investigador lo descarta, subrayando que la institucionalidad que maneja la Inversión Pública “funciona bien y no se presta a la manipulaciones. La formulación y presentación de proyectos de esta envergadura se hace en el marco de un ciclo de proyectos con análisis súper objetivo”, afirma.
Y si el panorama interno es algo pesimista, a nivel regional se empeora. Es que si se compara Chile con Perú, considerando a este como el país más cercano, se observa que allá los gobiernos locales que son el equivalente a los municipios chilenos manejan el 25% de los recursos de inversion pública.