"Lamento profundamente que, una vez más, los compromisos no se cumplan. Claramente ello no contribuye a la sana convivencia democrática toda vez que introduce importantes cuotas de desconfianza". Así termina la carta de una carilla que el senador Ricardo Lagos Weber (PPD), envió hace unos días al ministro de Hacienda, Felipe Larraín, en la cual hace presente lo que considera su "decepción", por el actuar del timonel de las finanzas públicas.
La misiva a la que tuvo acceso DF, señala que "quiero manifestar mi profunda decepción ante el anuncio efectuado en orden a incorporar en el marco del proyecto que establece el uso obligatorio de la factura electrónica una tercera rebaja el impuesto de timbres y estampillas. Decepción, porque de buena fe concurrí a la suscripción del acuerdo que alcanzamos con ocasión del debate de la ley Nº 20.360, en el cual acordamos, entre otras materias, que era importante compensar la disminución neta que experimentaría la recaudación en 2013 por lo que se enviaría en el plazo de 75 días (contados desde la fecha del acuerdo 3 de septiembre de 2012) un proyecto de ley que incluya la masificación del uso de la factura electrónica", indicando que esto permitiría "disminuir la evasión del IVA y aumentar la recaudación neta en torno a las US$ 400 millones al año".
Explica que "claramente la voluntad de todos quienes -por lo menos de la oposición- concurrimos al precipitado acuerdo, era aumentar la recaudación fiscal. Más allá de las diferencias que tuvimos sobre la falta de suficiencia y avances en equidad del ajuste propuesto, creíamos que era indispensable garantizar una cierta recaudación en régimen en torno a los US$ 1.200 millones".
Agrega que "habiendo esperado mucho más del plazo comprometido para la materialización del compromiso, con desazón constatamos que el objetivo que inspiró el acuerdo se verá incumplido, ya que de mutuo propio el Ejecutivo anuncia que adicionará a esta iniciativa una rebaja del 0,4% a 0,2% del impuesto de Timbres y Estampillas, lo que significa una disminución permanente de ingresos fiscales del orden de US$ 200 millones". Destaca que "no deja de ser paradójico que se nos convoque y exhorte a dialogar y llegar acuerdos y luego éstos no se cumplan".
A su juicio, "la propuesta inicial del Ejecutivo en el proyecto de ajuste tributario en materia de Timbres y Estampillas era rebajarlo de 0,6% a 0,2% y que en el marco de la propia negociación para viabilizar la aprobación de dicha ley, se acordara contener la rebaja y llevarla solo a 0,4% (...) Usted mismo destacó este punto como uno de los aspectos consensuados".
Lagos Weber señaló que "no deja de sorprender que la estimación que históricamente efectuó el ministerio sobre el efecto recaudatorio de la obligatoriedad del uso de la factura electrónica que giraba en torno a los
US$ 400 millones, ahora sea de
US$ 600 millones, permitiendo, por esa vía, argumentar que la rebaja del impuesto de Timbres y Estampillas no afectará la mayor recaudación comprometida (...) No parece razonable que esta medida se quiera presentar como focalizada en las pequeñas empresas, cuando todos muy bien sabemos que, en los hechos, beneficia mayoritariamente a las grandes empresas".
Ricardo Lagos Weber, senador PPD.
Felipe Larraín, ministro de Hacienda.