La persistencia de la alta inflación es el principal dolor de cabeza hoy para el Banco Central. Y al desglosar los factores detrás del incremento del Índice de Precios al Consumidor (IPC), hay uno que destaca por sobre otros por su "porfía" a ceder: los alimentos. Según un informe de BBVA Research, al primer trimestre de este año este ítem explica cerca del 38% del alza interanual del IPC, versus el 30% de un año atrás.
Sin embargo, este escenario estaría a punto de cambiar, radicalmente. Así lo postula el informe realizado por los economistas Jorge Selaive, Hermann González, Fernando Soto y Aníbal Alarcón, quienes ven una fuerte caída en el valor de los alimentos a nivel local en lo próximo, lo que se traducirá en un segundo "shock" bajista para los precios internos luego de la fuerte baja en los combustibles de inicios de año.
El escrito sostiene que diversos factores -principalmente relacionados al clima- producirán un importante efecto bajista en los productos, lo que resultará en una menor incidencia de entre 0,84 a 1 punto porcentual para el IPC total hacia fines de año.
Con esto, el departamento de estudios ratifica su proyección de una inflación menor al 3% a diciembre, ubicándose en la parte baja de las estimaciones del mercado.
Menores costos, agua y clima
La tesis de BBVA Research parte de un hecho objetivo: desde su peak en marzo de 2014, los costos de importación de los alimentos -cruzando información agregada de la FAO y el indicador agregado de flete marítimo Baltic Dry- se han desacelerado "de manera importante", incluso contrayéndose en el primer trimestre de este año.
"Al construir correlaciones dinámicas de los componentes de la inflación de alimentos IPC contra nuestro indicador de costos de importación, se observa la correlación máxima con un rezago de entre 6 y 8 meses", plantea el informe.
La línea argumentativa del BBVA apunta también a factores internos, entre los que destacan la disponibilidad del agua y la siniestralidad agrícola.
En el primer punto, sobre la base de información de la Dirección General de Aguas (DGA), el research señala que si bien desde mediados de 2010 el país transita por años "relativamente" secos, en el margen el problema de la disponibilidad del recurso "no pareciera agravarse".
"Es más, el pronóstico para 2015 de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) apuntan a una mayor probabilidad del fenómeno del Niño, lo que debería ayudar a corregir, o al menos no profundizar, la menor disponibilidad de agua para riego que se arrastra desde el 2010".
Por el lado agrícola, en tanto, BBVA señala que la siniestralidad del seguro agrícola -a partir de datos del Comsa- apuntan a que se estaría "pavimentando" el camino para retrocesos "acelerados" en la inflación interanual de los alimentos.
"La siniestralidad anual agrícola pareciera recoger información adelantada sobre la magnitud de los shocks alimentarios domésticos", concluye el texto.
