Los ataques
informáticos que ayer, jueves, bloquearon varias redes sociales en Internet
como Twitter o Facebook podrían estar dirigidos a un único usuario y tener una
motivación política, afirmaron hoy fuentes relacionadas con la investigación.
Según
reconoció un portavoz de Facebook a varios medios de comunicación anglosajones,
el ataque estaba dirigido a un bloguero con el seudónimo de Cyxymu, activista a
favor de Georgia en el conflicto con Rusia y propietario de cuentas en todas
las redes sociales afectadas.
"El
ataque parece estar dirigido contra un individuo que tiene presencia en
numerosas páginas y no contra las páginas en cuestión", dijo el portavoz.
La acción
de los "hacker" tendría como objetivo "impedir que se escuchara
la voz de Cyxymu", añadió.
Según
sugirió el propio bloguero en una de sus páginas en Internet, el ataque podría
ser responsabilidad de la KGB.
En los últimos meses se ha incrementado la tensión entre
Georgia y Rusia por la región de Osetia del Sur.
Twitter
estuvo ayer, jueves, varias horas fuera de servicio debido a un ataque de
"denegación de servicio", un tipo de amenaza en la que los
"hackers" ralentizan o anulan el acceso a una red con la técnica de
sobrecargar el tráfico hacia ella hasta saturar su ancho de banda.
El problema
afectó también a otras redes sociales como Facebook, si bien Twitter fue la más
perjudicada.
El
resultado fue que los cerca de 48 millones de usuarios de esta red social no
pudieron recibir ni enviar "twits", mensajes de no más de 140
caracteres que suelen contestar a la pregunta "¿qué estás haciendo en
estos momentos?".
Twitter no
sólo permite a sus usuarios compartir pensamientos o planes con el resto de la
comunidad, sino que se ha convertido para muchos en una indispensable fuente de
información.
Acontecimientos
como la muerte de Michael Jackson o la represión de las protestas tras las
elecciones iraníes se propagaron con más rapidez en la red que en los medios de
comunicación tradicionales gracias, precisamente, a servicios como Twitter.
Esta red
social permite a cualquier testigo presencial de un evento compartir la
experiencia inmediatamente con millones de personas, por lo que no es extraño
que una noticia se difunda a veces antes en Twitter que por televisión o radio.