Santander estudia, junto a sus asesores, una ampliación de capital de unos US$ 5.630 millones para hacer frente a la compra de Popular si finalmente se interesa por el banco que preside Emilio Saracho, según da cuenta Bloomberg, que cita fuentes familiarizadas con el proceso.
Según dichas fuentes, Santander utilizaría los fondos captados con la operación a reforzar sus niveles de capital, que podrían verse erosionados por la absorción del banco ligado al grupo Luksic.
Las fuentes de Bloomberg no descartan que el aumento de capital pudiera ser aún mayor, aunque subrayan que dicha ampliación solo se efectuaría en el caso de que la entidad que preside Ana Botín decidiera hacer alguna oferta por Popular, una decisión que aún no está tomada.
El equipo que lidera Emilio Saracho está cada vez más presionado para encontrar una solución a la grave crisis que atraviesa la entidad. En apenas una semana, el banco ha perdido la mitad de su valor en Bolsa, que en la actualidad apenas supera los US$ 1.460 millones y en el primer trimestre del año salieron de la entidad US$ 4.454 millones de depósitos, atendiendo a sus propios registros.
Hoy, Moody's y DBRS han vuelto a rebajar el ráting de la deuda y de los depósitos de Popular, que se hunde dentro del grado especulativo, conocido en la jerga como 'bono basura'.
Estos recortes se suman a los muchos sufridos por la entidad en los últimos meses, tanto por parte de estas firmas de calificación como por otras, como Fitch, que ha rebajado la nota del banco dos veces en tres meses, o S&P, que aplicó la tijera en abril pasado.
La noticia ha trascendido en España con el mercado cerrado, sin embargo en Wall Street, donde Santander cotiza mediante ADRs, la reacción de los inversores ha sido negativa y los títulos del banco español han caído algo más del 3%.