El derrame
en el Golfo de México es ya el peor en la historia de EE.UU. y mayor que el que
provocó el accidente del petrolero Exxon Valdez en Alaska en 1989, que vertió
más de 40 millones de litros de crudo.
Así lo
aseguró hoy Marcia McNutt, directora del Servicio Geológico de EE.UU., una
agencia científica del Gobierno, quien apuntó que los cálculos preliminares
señalan que el pozo abierto en el Golfo ha escupido entre 71 y 147 millones de
litros de petróleo al mar desde el accidente del 20 de abril.
En esa
línea, British Petroleum, la empresa responsable del derrame, en conjunto con la
Guardia Costera de Estados Unidos señalaron hoy que el nuevo intento por
controlar la pérdida -inyectando fluidos pesados a gran presión sobre la boca
del derrame, en un procedimiento conocido como "top kill"- está
funcionando.
El
operativo, realizado por primera vez a esta profundidad, de 1.500 metros, es de
alta complejidad y hasta el propio presidente de los Estados Unidos, Barack
Obama, advirtió que "no hay garantías" de éxito.