"El desarrollo no se construye desde una sola trinchera, sino desde la colaboración entre todos los sectores que hacen posible un país que avanza”. Con dicha frase, el presidente de Icare, Holger Paulmann, introdujo su discurso inaugural de la 47º versión del Encuentro Nacional de la Empresa (ENADE), que este año lleva por lema "Verba et Facta: Palabras y Hechos" y contempla como "plato fuerte" un panel con todos los candidatos a la Presidencia.
Así, de cara a los aspirantes a La Moneda, el empresario expresó que "gobernar Chile, sin duda, es una de las tareas más difíciles y exigentes que existen. Quienes asumen ese desafío saben que se trata de conducir un país que hoy está lleno de tensiones que reclaman visión, coraje y capacidad de construir acuerdos".
Entre los principales desafíos, indicó que "enfrentar el crimen organizado se ha vuelto una condición necesaria para que el país pueda volver a crecer. Como lo dijo hace algunos días la presidenta de la CPC, Susana Giménez: la madre de las batallas en Chile es la seguridad".
Sobre el desempeño de la economía, valoró que hoy exista un consenso transversal sobre la importancia del crecimiento como condición indispensable para el progreso social. "Hace algunos años esa idea era puesta en duda. Hoy, al menos en el plano de las palabras, es compartida", celebró.
"Pero falta pasar del diagnóstico a la acción, y acción significa entrar en lo difícil, porque aquí no hay bala de plata", dijo y enumeró una serie de pendientes, como enfrentar la informalidad, agilizar las autorizaciones que frenan la inversión, responder al envejecimiento acelerado de la población, la baja natalidad, la calidad de la educación, la ciencia, innovación y la productividad. Y advirtió: "Nos falta también la capacidad política de generar acuerdos que trasciendan el corto plazo, porque si los consensos logrados se rompen, retrocederemos".
A juicio de Paulmann, "la paradoja chilena es clara: tenemos todo lo que el mundo necesita, pero no hemos sabido organizarnos para transformar esa riqueza en bienestar, en confianza, en orgullo y en oportunidades para cada hogar. La respuesta no puede ser 'sigamos atrincherados y polarizados'".
En ese mismo sentido hizo un llamado a "darnos una nueva oportunidad", a la luz de épocas doradas pasadas donde el crecimiento se logró gracias a consensos estratégicos. "Proponemos inaugurar el tiempo de lo publi-vado, un país donde lo público y lo privado se reconocen como parte de un mismo futuro (...). Eso significa corresponsabilidad, entender que el progreso no es patrimonio de un sector, sino de todos. Es un nuevo código cultural. No queremos escuchar más 'tú en tu pega y yo en la mía', sino reemplazar la desconfianza por colaboración, los diagnósticos por acción y las divisiones por un horizonte común".