El grupo bancario y de seguros ING perdió
el año pasado 729 millones de euros (US$922 millones), frente a las gnaancias por
9.241 millones (US$11.690 millones) obtenido en 2007, debido a los resultados
excepcionalmente malos en el último trimestre del ejercicio.
El último trimestre, con unas pérdidas de 3.101 millones de euros (US$3.923 millones)
fue el peor de los últimos cincuenta años, según reconoció la
entidad.
Tras dar a conocer esas cifras, ING indicó que afrontará el revés
que sufre por la crisis financiera internacional con una política
orientada a simplificar su estructura y reducir riesgos y costes, lo
que también implica la venta de divisiones que no se consideren
centrales en la actividad de la entidad.
El resultado bruto de explotación (EBITDA) del grupo cerró 2008 con una pérdida de 786 millones de euros (US$994 millones), en comparación con
los 11.080 millones de euros (US$14.010 millones) registrados un año antes.
El resultado neto de explotación (EBIT) registró una pérdida de
171 millones de euros (US$216 millones), en relación con los 9.208 millones de euros
(US$11.640 millones) obtenidos un año antes.
Los ingresos del grupo bancario ascendieron a 65.675 millones de
euros (US$83.088 millones), lo que supuso una reducción de 11,5% respecto al
año anterior.
La división de seguros cerró el año con una perdida antes de
impuestos de 1.235 millones de euros (US$1.562 millones), mientras que la división
bancaria lo hizo con un beneficio antes de impuestos de 449 millones
de euros (US$568 millones).
Crisis financiera
Ante la difícil coyuntura, ING se concentrará en "reforzar la
posición financiera y mejorar la capacidad de ingresos para
inversores (...) así como reducir la complejidad de la estructura
centrándonos en lo básico", explicó el presidente del grupo ING, Jan
Hommen.
El ejecutivo señaló que para conseguir estos objetivos es
necesario continuar con la política de "desinversión de nuestras
actividades no centrales", en la línea de la venta de su división de
seguros en Taiwán y en Canadá.
Sin embargo, no especificó qué sectores y en qué regiones se
producirán las desinversiones, algo que todavía está en estudio.
A la pregunta de si la simplificación pasa por separar las
actividades de seguro y banca, Hommen recalcó que el modelo de
negocio conjunto "no está muerto".
ING considera prioritario "reducir el número de mercados" en los
que opera y centrarse en el cliente, para recuperar la confianza de
éste en el sector financiero.
A este respecto, el director financiero, John Hele, explicó que
los clientes retiraron fondos durante el cuarto trimestre movidos
por una "gran confusión" en torno a las garantías sobre sus ahorros,
pero aseguró que la situación se ha ido aclarando y que en enero se
ha constatado la recuperación de la confianza con nuevos ingresos.
Según datos de ING, durante el cuarto trimestre de 2008 el sector
de ahorros particulares hizo que el volumen de depósitos bajara en
8.200 millones de euros (US$10.370 millones, 5.000 millones de ING Direct) respecto al
trimestre anterior.
El grupo holandés anunció, además, que planea aplicar una
política de reducción de riesgos.
El primer paso en este ámbito fue el acuerdo con el Gobierno
holandés por el que éste garantizará el 80 por ciento de las
hipotecas problemáticas de ING en Estados Unidos (las llamadas
hipotecas "Alt-A").
El pasado mes de octubre ING recibió una inyección de capital de
10.000 millones de euros (US$12.651 millones) por parte del Estado holandés.
El grupo bancario y de seguros anunció también el pasado enero la
supresión de 7000 empleos, lo cual espera que reporte un ahorro de
1.000 millones de euros (US$1.260 millones) durante 2009 y una reducción estructural de
costes de aproximadamente 1.100 millones de euros (US$1.390 millones) a partir de 2010.