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Algorta Norte es la primera mina de yodo en utilizar agua de mar para sus operaciones

El proyecto que está en marcha blanca, permitirá mitigar la demanda de agua dulce existente en la Región.

Por: | Publicado: Miércoles 4 de enero de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Alejandra Clavería



Buscando una solución para no depender del agua que proporcionan las napas subterráneas de la Región de Antofagasta y, de paso, mitigar la gran demanda que hoy existe por este recurso en las comunidades locales y la industria minera, la empresa extractora y productora de yodo, Algorta Norte, decidió implementar una iniciativa pionera entre las compañías no metálicas de nuestro país: extraer agua de mar sin desalar y utilizarla para llevar a cabo todas sus operaciones.

Para ello, la firma destinó alrededor de US$ 56 millones en construir un sistema que succiona el agua salada desde el Océano Pacífico a través de bombas hidráulicas, la que luego es traslada en tuberías subterráreas por el Desierto de Atacama hasta la mina, ubicada a 1.300 metros sobre el nivel del mar. La ventaja medioambiental de esta iniciativa es que además de mermar el uso de agua dulce, un recurso más bien escaso en la Región, hace recircular en un circuito cerrado los residuos de los procesos de lixiviación del yodo, evitando que éstos se desechen en el mar.

“Para concretar los procesos mineros necesitamos de agua y como ésta es escasa, estudiamos la forma de garantizar constantemente este recurso sin afectar la zona donde operamos. Así nació la idea de extraer agua de mar, que aunque en un principio puede ser más costosa que comprar agua dulce a las sanitarias regionales, a la larga es mucho más rentable y competitiva para nosotros, ya que por ser inagotable asegura nuestras operaciones en el futuro”, explica William Leung, controller de Algorta Norte.

El agua succionada es almacenada en una piscina, desde donde es empleada para irrigar el yodo que luego de ser extraído desde el caliche es apilado en plantas de tratamiento. De esta forma, actúa como un filtro natural que hace descender por gravedad una solución rica en este mineral, eliminando sus desechos.

“El agua que sobra de este proceso se evapora o queda recirculando dentro de la planta, y no es contaminante ya que el yodo es el mayor desinfectante del mundo, por ello permite desarrollar este tipo de proyectos”, dice César Escobar, gerente general de IAL Ambiental, empresa que participó en el proyecto.



Proveedor mundial


Algorta Norte inauguró sus instalaciones a mediados de noviembre de 2011, con una inversión total de US$ 140 millones. De éstos, el 40% fue destinado a implementar el sistema de extracción que en una primera etapa contempla succionar 100 litros de agua salada por segundo, para llegar a los 200 l/s en una segunda etapa, una vez que la planta esté funcionando a su máxima capacidad durante el primer semestre de este año.

A partir de ese período, la empresa, perteneciente a Inversiones Minerales (74,5%) y Toyota Tsusho Corporation (25,5%), espera llegar a producir cuatro mil toneladas de yodo anuales, y abastecer la demada de este mineral por los próximos 40 años.

Aunque aún no llegan a niveles de explotación comercial, Leung asegura que Algorta Norte tiene todas las condiciones para convertirse en uno de los principales actores de la industria del yodo a nivel mundial. Incluso, no descarta que en un futuro próximo, puedan proveer de agua salada a empresas aledañas a la mina que así lo requieran.

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