Caída en los precios del combustible desata guerra de tarifas entre líneas aéreas de EEUU
La existencia de más pasajes a la venta afecta el poder de fijación de precios de las compañías, y presiona los ingresos por milla volada por pasajero.
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Que el petróleo sea más barato no siempre es una buena noticia para las compañías aéreas. Los carriers estadounidenses se encuentran en su peor momento desde 2011 cuando un año caracterizado por los menores costos de combustible ha aumentado la competencia por captar clientes con tarifas más reducidas y la aparición de nuevas rutas.
Algunas aerolíneas se están expandiendo más rápido que la economía de Estados Unidos y ofrecen vuelos más baratos cuando el desplome en los mercados mundiales de crudo ha reducido el costo del combustible de aviación, el mayor gasto de la industria.
American ya ha advertido que "competirá agresivamente" en contra de los descuentos que se están acumulando en los asientos, dijo a Bloomberg Doug Parker, presidente ejecutivo de la línea aérea.
"La gente ve aumentos de capacidad y leen historias sobre compañías aéreas compitiendo en precio, entonces empiezan a inquietarse", señaló por su parte Mike Kelley, analista senior de deuda de alto rendimiento de Invesco en Atlanta, en alusión a la caída de las acciones de las líneas aéreas ante el temor de un inicio de una guerra de tarifas.
Los inversionistas están preocupados por que las reducciones de las tarifas pesen en una industria que hace poco volvió a obtener beneficios después de miles de millones en pérdidas en la última década.
Sin ventajas
Si bien sugirió que el reciente crecimiento de asientos disponibles podría ser temporal, Parker aseveró que American no permitirá que sus rivales se apoderen de los pasajeros con gangas. "No vamos a perder clientes por precio", sostuvo Parker. "No vamos a darle ventaja a nadie ni permitirles que se expandan a un ritmo que nos quita clientes y que no es bueno para nuestros accionistas".
Sus comentarios señalan la determinación de American por defenderse de rivales envalentonados por el desplome en los mercados mundiales de petróleo. El combustible para aviones es el mayor gasto de las compañías aéreas, y la caída de 46% del crudo desde junio de 2014 abre la puerta a una expansión que no sería rentable si el jet fuel fuera más caro.
"Ante una mayor capacidad que da lugar a precios más bajos, igualaremos dichos precios porque tenemos que hacerlo", dijo. "Todo lo que podemos hacer es manejar nuestra propia aerolínea y competir contra los que eligieron crecer; y vamos a competir agresivamente."
La existencia de más pasajes a la venta afecta el poder de fijación de precios de las compañías, y la presión sobre las tarifas está resultando en indicadores tales como los ingresos por milla volada por cada pasajero. Esta medida ha caído durante tres trimestres consecutivos para la industria de Norteamérica, según datos compilados por Bloomberg.
Caen las acciones
Hasta un 10% llegaron a caer los títulos de Southwest Airlines la semana pasada en Nueva York, su mayor baja en seis años, mientras que American se desplomó 11% a US$ 42,47 el jueves, su peor día desde la creación de la empresa en diciembre de 2013 mediante la fusión de la quebrada AMR y US Airways Group.
Las acciones de las aerolíneas han subido al doble que el S&P 500 en el último año. Southwest había subido 50% desde el peak del crudo hasta el martes, mientras que United subió 40% en ese lapso. Los precios del petróleo están rondando los US$ 60 el barril, más de 40% por debajo del máximo de doce meses de
US$ 107,26 de junio de 2014.
La directora financiera de Southwest, Tammy Romo, dijo que la aerolínea aumentó su plan de expansión 2015 hasta en un 8%, desde el 7% anterior. La medida no está relacionada con el ahorro de combustible estimado en US$ 1.300 millones en 2015.
Daniel McKenzie, analista de Buckingham Research Group, rebajó su recomendación de Southwest, a neutral desde comprar.