Los directorios de las británicas Shell y BG acordaron integrarse en lo que supone la primera gran operación corporativa del sector petrolero tras la reciente caída de precios del crudo.
Shell está dispuesta a pagar 47.000 millones de libras (unos US$ 69,921 millones) por BG, para elevar su producción de hidrocarburos en un 20% y consolidarse como el mayor grupo del sector en Europa.
La oferta pública de adquisición (opa) se realiza a un precio de 1,35 libras por acción de BG, de los que 0,383 serán entregadas en metálico y el resto en acciones de Shell.
Según esta empresa, el precio implica una prima del 52% sobre la cotización media de BG en los últimos noventa días. Sin embargo, no llega a los máximos superiores a las 1,4 libras que BG marcó en el año 2012.
Shell espera lograr unos ahorros anuales de US$ 2.500 millones con la integración, lo que le permitirá afrontar el descenso de ingresos por la caída del crudo.
Se trata de la mayor fusión entre petroleras de los últimos diez años. La anterior gran etapa de consolidación del sector se produjo a final de los años noventa, cuando otro periodo de bajos precios permitió grandes operaciones a Exxon, BP y Texaco.
Los analistas venían especulando con otra fase de operaciones corporativas en 2015. Repsol está en proceso de compra de Talismán Energy por US$ 8.600 millones.