A punto de cumplir medio año en el cargo, el presidente de Brasil, Michel Temer, enfrenta un clima adverso para la agenda de reformas con la que asumió el poder y con la que prometía sacar al país de la peor recesión de su historia.
El palacio de Planalto no logró esta semana imponer su mayoría parlamentaria para aprobar un calendario de discusión en torno a los cambios de su sistema previsional, crucial para el ajuste fiscal con el que el Ejecutivo pretende recuperar la confianza de los inversionistas y hacer frente al desempleo, actualmente en niveles récord, con más de 12 millones de personas buscando trabajo.
El calendario inicial preveía que el diputado Arthur Maia, relator en el debate de la iniciativa en la cámara baja, presentara su reporte preeliminar sobre el proyecto el 16 de marzo. No obstante, ayer confirmó que aún no hay un fecha establecida. En respuesta, el presidente de la comisión, el oficialista Carlos Marun, aseguró que la instancia despachará el plan en abril.
Con o sin calendario, tanto el oficialismo como la oposición delinean cambios significativos a la propuesta, entre ellos el establecimiento de la edad mínima de retiro. Según el diario brasileño Estadao, una moción para dicha modificación ya cuenta con el apoyo de más de 250 legisladores.
El jefe de la Casa Civil, Eliseu Padilha, señaló ayer que la reforma “es absolutamente indispensable para el equilibrio de las cuentas públicas en Brasil” e insistió en su necesidad para reactivar el mercado laboral.
También en proceso están las reformas tributaria y laboral delineadas por el gobierno. Ayer, el propio Temer pidió apoyo para aprobar rápidamente esta última.
Precios se desaceleran
La Fundación Getulio Vargas reportó ayer un nuevo retroceso en la inflación, que en febrero tuvo una variación mensual de 0,14% al considerar los precios al consumidor (IPC), al productor (IPP) y los costos de la construcción. La variación anual fue de 5,67%.
En los útlimos seis meses, los precios se han desacelerado gracias a una fuerte política de recorte de tasas desde el banco central. El IPP anotaba en septiembre 13,7% de expansión anual, mientras ayer reportó 5,96%. El IPC, por su parte, ha retrocedido casi cuatro puntos desde el 8,47% reportado a inicios del gobierno de Temer.
Bajo investigación
Planalto también es asediado por los avances en la investigación por corrupción al interior de la petrolera estatal, Petrobras, que acecha al círculo de Temer.
La Corte Suprema ya autorizó investigaciones contra dos senadores cercanos al mandatario: Romero Jucá y Renán Calheiros, este último titular del senado hasta poco. Lo mismo hizo con el ex presidente José Sarney.
Los tres, militantes del partido de gobierno, el PMDB, serán indagados por presunta obstrucción a la justicia en las investigaciones.
No obstante, Planalto anotó ayer una victoria en el máximo tribunal, que autorizó la nominación de Wellington Moreira Franco como secretario general de la Presidencia, pese a los esfuerzos de la oposición de bloquearlo por su vinculación a Lava-Jato.
La situación ha golpeado la frágil imagen de Temer. La evaluación positiva de su gobierno se ubicó ayer en apenas 10,3%, 4,3 puntos por detrás de la medición de octubre, según una encuesta realizada por CNT/MDA.
Asimismo, la aprobación personal del jefe de Estado retrocedió de 31,7% a 24,4% y su rechazo llegó a 62,4%, un salto de 4 puntos.
