Con cautela ven economistas consultados por Valor la inclusión de Brasil entre los llamado “cinco frágiles”, expresión que reúne al grupo que componen Indonesia, India, Sudáfrica y Turquía
El país tiene algunos indicadores más robustos que el promedio de los emergentes “bajo ataque”, como una mejor relación entre inversiones extranjeras directas y déficit en cuenta corriente, lo que reduce las posibilidades de que se paren abruptamente los flujos de capitales hacia el país y permite el financiamiento más suave del saldo negativo en las transacciones externas.
Lisa Schineller, directora de ratings soberanos para América Latina de Standard & Poor’s, afirmó que la expresión reúne un mix de países, algunos con rating en nivel especulativo, y nuclea países con posiciones más débiles que la de Brasil. “Tiene indicadores fuertes con respecto a sus pares e, incluso en comparación con su propio historia”, señaló. La necesidad de financiamiento externo en relación a las reservas disponibles, por ejemplo, se habría ubicado en 67,4% en 2013, frente a 89,9% en 2007, según S&P.
Entre los puntos “más fuertes” enumerados, cuenta a favor que el Banco Central brasileño comenzó antes que esos países un ciclo de aprieto monetario.
Neil Shearing, economista jefe para mercados emergentes de Capital Economics, afirmó que Brasil puede enfrentar una serie de riesgos en el horizonte relevante, pero no considera que los “cinco frágiles” sea un buen término. “Esos grupos pueden formar buenas expresiones, pero no tiene mucho sentido reunirlos desde el punto de vista económico”.
En una reciente columna publicada en Valor, el ex ministro de Economía y profesor emérito de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad de Sao Paulo (FEA-USP), Antonio Delfim Netto, afirmó que cada uno de esos países “tiene sus propios problemas, de manera que es, como mínimo, absurdo clasificarlos en un mismo grupo”. “Lo que nos molesta no es su actual situación, sino la perspectiva de su deterioro que el gobierno precisa alterar con medidas tempestivas y no con promesas”, escribió.
José Francisco de Lima Goncalves, economista jefe del Banco Fator, dijo que mirando el lado fiscal, Brasil “es por lejos el que tiene indicadores más fuertes. El problema es que una vez que se pierde la credibilidad, no necesariamente es preciso tener indicadores peores para ser presionado”. Una señal más clara y transparente sobre la política fiscal ayudaría en el proceso para diferenciar a Brasil de otros emergentes, dijo.