El ministro de Planificación Federal de Argentina, Julio De Vido, acusó hoy al presidente de la petrolera Shell, Juan Aranguren, de buscar "dolarizar" el precio de los combustibles en el país y "añorar el modelo neoliberal", informó El Cronista.
"Aranguren sigue pensando que la rentabilidad de los combustibles que produce en Argentina en pesos, con salarios e insumos en pesos, debe estar dolarizada, como si los vendiera en el mercado global y no a los consumidores argentinos", se quejó el funcionario.
De acuerdo a la explicación del presidente de Shell, la empresa tuvo un aumento de 23% en sus costos, por el deslizamiento del tipo de cambio, y sólo trasladó la mitad a las pizarras de sus estaciones de servicio. Y si bien las naftas y el gasoil se venden en pesos, el 80% de su costo de producción deviene de la compra de petróleo crudo, que se produce en el país, pero se vende en dólares.
En un comunicado que publicó hoy la agencia Noticias Argentinas, De Vido dijo que "de ninguna manera" lo sorprende la actitud del titular de Shell, porque "hace pocos meses ya había señalado que iba a esperar a que cambie el Gobierno para decidir si hace inversiones". "No explicó qué política quería ni tampoco si era una postura personal como empleado jerárquico de la compañía o una directiva de sus superiores en el Reino Unido", agregó.
"Aún teniendo la concesión de yacimientos con enorme potencial, como Cruz Lorena, Sierras Blancas y Aguila Mora, que le permitirían abastecer con petróleo propio su refinería con la consiguiente mejora en la competitividad de costos en los precios de los combustibles, Shell informa públicamente que posterga estas inversiones porque no le gusta el Gobierno", evaluó.
Según el ministro, la decisión de Shell de aumentar desde ayer un 12 por ciento el precio de los combustibles, "muestra una vez que su única estrategia es añorar la vuelta al modelo neoliberal de energía dolarizada, que llevó al país a la mayor crisis de su historia con 54 por ciento de pobreza y dos dígitos de desocupación, mientras que varias compañías multinacionales, entre ellas esta empresa, obtuvieron fabulosas ganancias".
"Las medidas que siempre propicia Shell es dolarizarles los precios de los combustibles a los argentinos, mediante excusas de costos sin ningún asidero, dado que tiene los activos completamente amortizados", añadió.
Y consideró además que "todos los episodios que colocaron al abastecimiento de combustibles en una situación crítica desde 2003, han tenido como común denominador a Aranguren y a la empresa que él preside". "Con la misma firmeza que tuvo Néstor Kirchner ante cada acción de desabastecimiento emprendida por Aranguren, para no dejar que nos impongan precios dolarizados, la Presidenta tampoco permitirá que los intereses inconfesables que se esconden agazapados en las actitudes contrarias al interés general lleven al país a un nuevo ciclo de desocupación y exclusión", casi desafió De Vido.
Hace diez días, cuando el Gobierno dejó de intervenir en el mercado cambiario y propició la devaluación del peso, Shell compró dólares a un precio mayor al promedio del mercado, por lo que desde el Gobierno acusaron a la empresa de impulsar una conspiración y una maniobra fraudulenta para acelerar los cambios en la política cambiaria. Recientemente, Shell aumentó su precios un 12% y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, lo tildó de tener una actitud "conspirativa y atentatoria contra los intereses del país".