El Banco Central redujo su previsión para el crecimiento de la economía brasileña este año del 4,5% inicialmente proyectado, a un 4,0%, informó hoy la institución en su Informe Trimestral de Inflación.
El organismo emisor explicó que revisó hacia abajo su proyección para el Producto Interno Bruto (PIB) en 2011 tras haber constatado una desaceleración económica en los dos primeros meses del año como resultado de las medidas restrictivas adoptadas por el Gobierno para frenar la inflación.
Pese a estas medidas, la entidad prevé en su informe trimestral que Brasil cerrará este año con una inflación del 5,6%, por encima del 5,0% calculado inicialmente.
El IPC se ubicará así por debajo de la del año pasado (5,91%) pero por encima de la meta del Gobierno (4,5%).
La revisión de estos datos obedece a la "incorporación de datos preliminares del primer trimestre de este año y a la actualización del escenario macroeconómico para los siguientes", explicó la entidad en su informe trimestral.
La economía brasileña creció un 7,5% en 2010, su mayor expansión en los últimos 25 años, impulsada principalmente por el crecimiento de la demanda y del consumo de las familias, lo que ha generado presiones en la inflación.
Para frenar el aumento de los precios en los últimos meses, el Gobierno ha adoptado varias medidas restrictivas, como la elevación de los intereses y el aumento del encaje bancario.
Esta semana, además, el Gobierno impuso un tributo sobre los préstamos de corto plazo obtenidos por bancos y empresas en el exterior, con la intención de impedir que esos recursos aumenten la oferta de crédito en el país y presionen la inflación.
"La tendencia de acomodación de la actividad económica debe persistir en los próximos meses y reflejar las medidas de la política monetaria de carácter prudencial", según el Banco Central.